Comida para cuatro en la terraza situada en la misma plaza donde se ubica el local.

AOVE rondeño Los Villalones de aperitivo. Tras ello, compartimos como entrantes un exquisito paté de perdiz con reducción de Pedro Ximénez y pasas, y huevos de corral con trufa, jamón ibérico y sal con especias.

Como platos principales, un soberbio rabo de toro, pluma de bellota para dos y ensalada de higos, anchoas, frambuesas, moras y queso.

De postre, torrija con helado de canela y miel para tres y tapón de chocolate.

Carta de vinos con bastantes referencias locales (por fin) de las que elegimos un elegante F. Schatz Finca Sanguijuela 2011 (35 €), a base de tempranillo, syrah, merlot y cabernet sauvignon, servido en buenas copas Riedel.

Buen servicio y excelente cocina.

Situado en la plaza del barrio de San Francisco, muy cerca de las murallas, de ahí toma el nombre del restaurante. Está un poco alejado de la principal atracción turística de Ronda (El Tajo).

Dispone de dos ambientes, una barra apta para el tapeo y un pequeño comedor con las mesas muy, muy juntas, casi pegadas unas a otras, tal vez sea el único pecado de este restaurante, la optimización del espacio en el comedor.
Manolo, su propietario, ejerce como maitre, sumiller y cocinero (tal que un hombre orquesta).

La cocina está basada en el producto, es decir cocina de mercado, la oferta es variada y amplia. La carta de vinos sorprende por su variedad, buena selección y precios comedidos. La cristalería bastante buena y el servicio del vino más que aceptable.

Nuestra experiencia fue para cenar y compartimos todos los platos: chantanelas (setas), calamaritos con trufa y rabo de toro, de postre chocolate blanco y negro y un buen café. Para beber agua mineral y un tinto local “A pasos”. Todo ello por 70.62 euros para dos comensales.

Queda algo alejado de lo que podríamos denominar como "circuito turístico de Ronda" (apenas 15 minutos andando desde el Tajo), pero altamente recomendable. Imprescindible reservar.

Este puente hemos visitado Ronda y sus restaurantes. Un bodeguero que visité me recomendo este sito, hay que reservar, asi lo hice y tube suerte porque tubo una anulación. Fuimos 6 personas a comer. La carta de vinos muy completa, con muchos vinos de ronda y andaluces y buenas referencias de fuera. Precios comedidos. Buenas copas y buen servicio. En cuanto a la comida destacaron, unos boquerones marinados con huevo duro buenisimos, unos huevos fritos en cama de jamón iberico y birutas de trufa, tremendos. De segundo, muy buenos los garbanzos, el bacalao y todas las carnes, la pluma de iberico estaba tremenda. El trato dado por Manuel fue genial, comentando platos vinos maridajes. Al final nos enseño una sala que tiene en el piso superior donde tiene una bodega climatizada con casas muy interesante y un reservado para 10-12 personas donde hace maridajes concertados. Junto con el cliente escojen unos vinos de su bodega y elaboran un menu de vinos y platos a medida de los comensales. Muy muy interesante sobre todo para el fomento de la cultura y consumo responsable del vino.

El precio total con 3 botellas de vino fue de 35€/pax.