Restaurante-parrilla situado frente a las Reales Caballerizas que es hermano pequeño del que existe en Las Palmas de Gran Canarias, con el mismo nombre.

Decorado informalmente al estilo asador criollo, con las paredes pintadas con los pensamientos de los clientes como si se tratase una versión sureña de la Bodeguita del Medio.

El dueño, uruguayo curtido en mil batallas, con varias preguntas te escoge la pieza de carne que te encaja mas, un detalle.

Buenas mollejas a la brasa, exquisito lomo alto de novillo en su punto acompañado de "papas arrugás" con mojo picón y un postre casero, receta de su madre... una tarta de nuez y nata, muy delicado.

Con cerveza, 51€... para un restaurante de ambiente informal, la Relación/Calidad/Precio cojea un poco.

Me encanta este restaurante. He estado dos veces y siempre hemos disfrutado mucho la comida. La carne de novillo que tienen es la mejor que he probado. La decoración y la música argentina y uruguaya le da encanto al lugar. Tiene un espiritu familiar y el dueño del restaurante, aunque nos ofrece la carta, tiene bien aprendida la lección para aconsejar a los clientes. Merece la pena sobre todo por su carne.

Restaurante asador argentino - uruguayo con carnes de calidad a precios aceptables a la carta y muy buenos en el menú diario que proponen (15€) en el que se sirve ensalada mixta, provoleta (queso a la brasa), chorizo criollo, morcilla criolla, un corte de Lomo alto, otro de vacío y algo de solomillo o entraña; con bebida y postre (panqueque de dulce de leche no muy allá)

EL servicio de vino necesita mejorar, no hay una carta muy elaborada y las copas no acompañan.

Si se come al menú diario: vale la pena.
Si se come a la carta: carillo para el entorno y servicio ofrecido.