Esta vez he estado a mediodia. Dispone una opción buena con raciones correctas. El servicio a pesar de estar lleno el restaurante, es atento y rápido. Una sopa de tomate con hierbabuena fresquita y deliciosa; Mini hamburguesas caseras con queso de cabra y una mermelada de melocotón que todo mezclado en boca resulta original y sabroso. De postre Helado de vainilla casero con cerezas. He comido muy bien por 13,50 € (iva incluido).

RESTAURANTE QUE NO ESTA MAL. COMIMOS BIEN, PARRILLADA DE VERDURAS PARA COMPARTIR Y FOIE MI-CUIT , DE SEGUNDO PEDIMOS EL MAGRET QUE LA VERDAD NO ME GUSTO YA QUE ESTABA MARCADO Y PASADO POR LA CORTAFIAMBRES DE MANERA QUE ERA COMO UN CARPACCIO DE MAGRET, NO ERA LO QUE ESPERABA, EL CORDERO ESTABA BUENO, LOS POSTRES CONGELADOS, DE CONGELADOR...PERO NO CENAMOS MAL EN GENERAL.UN POCO CARO. DETALLES A TENER EN CUENTA, DECORACIÓN AGRADABLE Y SERVICIOS BONITOS, CON TOALLAS DE TELA Y ESAS COSAS.

Restaurante situado en el casco antiguo de Tarragona, pequeño y de forma muy "difícil", rectangular y alargado, pero muy bien resuelta la colocación de las mesas, con espacio suficiente entre unas y otras. Cocina moderna pero sustanciosa, con amplia representación de productos del pato, bien tratados (dados de foie muy ricos, confit, magret,...). Entrantes sabrosos (milhojas de berenjena, crepes de gambas y setas,...). Los segundos son más abundantes que los primeros. Mi cordero deshuesado y confitado estaba muy rico. Los postres mantienen un muy buen nivel. Pan bien pero sin alardes.Bodega sólo correcta, escasa en cuanto a referencias y sin señalar añadas. No disponen de vinos dulces en la misma. Mantelería y menaje bien, copas un poco justas. Falta rodaje en el servicio de sala, pero lo suple con amabilidad, que no es poco. Notable alto a la cocina, sin duda lo mejor del restaurante.

Hace siete meses que Pigal ha cambiado de dueños. Pequeño restaurante en pleno centro del casco antiguo de Tarragona que regenta Esther con un equipo joven y dinámico. Extensa carta de aperitivos fríos, calientes, platos para compartir, carnes, pescados ... Buena carta de vinos con bastantes denominaciones de origen. Resaltamos la cantidad en los platos. Destacamos la Ensalada Pigal (diferentes tipos de lechugas, queso semi, virutas de foie, pasas y piñones) y una Ensalada con manzana, nueces, sésamo y salsa agridulce. Como entrantes calientes: Crep de gambas y verduras confitadas y Milhojas de berenjena, tomate, queso manchego aromatizado con albahaca fresca). Para compartir: Pastel de Rochefort romano. Para finalizar compartimos Sorbete de piña natural con coco rallado. Sus platos estrella: CARNES. Solomillo de ternera sobre mermelada de cebolla y queso de cabra; Dados de foie a Pedro Ximenes con dados de pastel de patata y Solomillo de cerdo con aceitunas negras, cebolla confitada y frutos secos. PESCADO. Bacalao gratinado al horno con crema de butifarra negra y ajos tiernos. Precios muy asequibles. Disponen de Menu ejecutivo de martes a viernes. Sin duda volveremos.