Sin duda, el mejor restaurante de castellón
Me inauguro en el mundo de verema y sus comentarios con este restaurante de la ciudad de Castellón.
En el tiempo que vivo aquí (6 años), estaba esperando encontrar un local que ofreciera lo que ofrece la cocina de este restaurante.
Lo primero que llama la atención es la decoración del local, sobrio pero elegante, sin estridencias, con la cava en la recepción en la que puedes ver algunas de las referencias que tienen (según dijeron alrededor de 200 entre tintos, blancos, espumosos, nacionales y extranjeros), las mesas tienen una buena separación, con lo que no te estorba nadie si se levanta de su mesa, y la insonorización del local es muy buena, a penas escuchas las conversaciones del resto de mesas.
En lo que respecta a la comida, como aperitivo fue una terrina de setas con vinagreta, aprovechando que todavía es temporada (por muy poco tiempo), untosa, con sabor, y el contraste de la vinagreta es muy agradecido por la mantecosidad de la terrina.
Como 1er plato, calamar de playa del grao con trompeta de la muerte y salteado de verdura, y crema romescu, decir que el sabor del calamar de playa era excepcional, cocción exacta, y la asociación de sabores muy buena.
De 2º plato, cochinillo al estilo "Modesto", este es uno de los platos clásicos y estrella de la casa, y no defraudó, piel crujiente, y la carne se deshace en boca, que combinado con la mermelada de naranja amarga le va muy bien. Únicamente quedaron aquellos huesos que ya no se podían mascar.
Como postre, strudel de manzana con helado de frangelico, la manzana con pasas y canela muy rica, hojaldre crujiente y fino, y el helado acompaña muy bien para atemperar el calor de strudel.
Como maridaje (sirven vino por copas), Bassus 2008 pinot noir de Hipanosuizas (Utiel-Requena), notas de frutos rojos en nariz, junto a toques de cuero, en boca quizá demasiada acidez, y de una persistencia media en boca, hizo muy buena función en ambos platos, aunque se agradeció mucho más con el cochinillo. Quizá le quede un tiempo en botella todavía, y siendo la uva que es, creo que se merece darle de nuevo la oportunidad a este vino en año-año y medio. Para el postre, Jarel DO Málaga uva moscatel. Excelente calidad, dulce sin ser empalagoso, color dorado my bonito, aromas a almibar. Muy acertada combinación.
Como peros decir que su ubicación no es la mejor, y aparcar, puede ser un suplicio, luego me dijeron, que tienen convenio con el Hotel Mindoro, y los clientes tienen parking gratuito por 2 horas.
Se agradece mucho el hecho de que Modesto, el propietario y cocinero salga a saludar, y si tiene tiempo a hablar contigo y explicarte los platos, la filosofía del restaurante...
En calidad, para mi, hasta la fecha, el mejor de la ciudad y provincia, y en precio, sorprendentemente también!!!.
Muy recomendable.
Un saludo.