Buena elección

Un restaurante céntrico y a la vez tranquilo, con barra amplia, mesas altas y mesas para fumadores. Tapeo interesante, buen servicio y ambiente cálido.
En la sala, en su totalidad de no fumadores, algo de agradecer, pocas mesas pero suficientes, quizás con poca separación, grandes ventanales y a la vez acogedor. Tomamos un boletus con huevo como entrante, para luego pasar a un risotto de pulpo y mejillones que estaba en su punto. Mi pareja eligió un lomo de bacalao igualmente sabroso.
Cantidad abundante en los platos, servicio amable y discreto, te dejan cenar tranquilamente sin agobios. Buena carta de vinos, buenas copas, con el detalle de que el maitre, al elegir mi vino, una botella de El Vínculo, nos sugirió tomar otro pues un par de días antes había sacado un par de botellas que no dieron la talla. Nos arriesgamos y salió bien la cosa, buen detalle de honestidad por su parte.
2 personas con vino y café, 100€. Recomendable.