Hacía tiempo que quería ir a este restaurante, que por unas cosas y otras, y porque siempre estaba lleno, no ha podido ser hasta ayer. Un restaurante con mucho encanto, es cierto, pequeño, pero muy bien arreglado, con gusto. Aquí está presente la calidad con mayúsculas, la familiaridad y la profesionalidad. Bien aconsejado, tanto en la comida como en los vinos. Por cierto, disfrute con la cantidad de propuestas de vinos, cavas presentes y que estaban rodeándome por doquier. La información muy buena y eso merece un sobresaliente, aunque no tenga la gran carta de vinos de un gran restaurant. Pero genial para lo que se puede esperar con la comida que queremos disfrutar y que disfrutamos.
La carta es equilibrada y variada, muy adaptada a estos tiempos modernos. O al menos a mí y a mi mujer y amigos nos pareció fantástica. No es sólo tostadas, llescas, ensaladas, aperitivos, quesos, embutidos...todo de calidad. A mis sobrinos le encantaba las tostadas, y me habían hablado, pero hoy no las probamos. Fuimos por otro camino. La cocina muy bien y los vinos sensacionales. !Claro que hay mucha más oferta de las dos, comida y vinos!, pero la selección es fantástica. Tanto de comida como de vinos tienen muchas referencias fuera de carta, y también por copas. Los precios correctos.
La burrata con tomate, ventresca de atún, trufa y sopa de tomate soberbia. El recuit también...enfin, disfrutamos para comenzar un buen fin de semana. El vino bebimos un cava ecológico marrugat, muy correcto, fresco y agradable que combinaba con lo que pedimos. Por fin he podido disfrutar y amenazo con volver. Muy bueno y felicidades por tener este pequeño secreto en L'Hospitalet.