Está pegadito a la Plaza Mayor .
Fuimos a la barra a tomar un vinillo nada más, y nos gustó tanto que al rato regresamos para cenar sentados. Bueno, cenar… Acabar de cenar más bien.
La barra es muy atractiva: elementos nobles, elegante casticismo, amplia, techos altos, nutrida de todo tipo de viandas. La zona de restaurante es diversa, como en tres ambientes y alturas. Nosotros fuimos a la parte alta, como un anexo al fondo, tubular, desde el que divisas la barra, y más desde la nuestra, la más próxima a ella. Estábamos fenomenal.
Cocina charra, con toques de actualidad.
En el primer tiempo tomamos los tres aperitivos que voy a relacionar, en el segundo el resto, todo al centro:
• Hornazo, Patatas revolconas y Farinato
• Mollejas de ternera con piquillos y cebolla
• Boletus confitados con crujiente de jamón y queso de Las Arribes
• Hot dog de Patxi Larrañaga
• Pimientos rellenos de rabo de toro
• Lomo ibérico de bellota con pan cristal
Después de estar una semana en el Algarve a base de pescados y algo de pollo, pillamos el cerdo y el vacuno con ganas, entusiasmo y singular alegría.
Mucha comida, acabamos ahítos. Y todo estaba francamente bueno. Destaco… ¿Qué destaco? Ufff: el hornazo, el farinato, las mollejas, los pimientos, el lomo…. ¡pero si lo he dicho casi todo!
Para beber, por copas, una par de Románico y un par de Liberalia 4. ¿Quién dijo miedo? ¡Otro toro, otro toro!
El servicio, fabuloso, gente realmente profesional.
Cuando pedimos la cuenta, observé un error, nos había cobrado algo de más. Se lo hice saber al camarero que nos había atendido a las mil maravillas, y el encargado (que creo que era el dueño) se percató y le echó una bronca en un aparte, que no se oyó, pero se vio.
A la salida busqué al citado encargado y le comenté que disculpábamos totalmente el error de su empleado, que era humano, y que no se enfadara con él, que era un crack y que, si no hubiera sido por él, hubiéramos cenado en otro lado, pero que nos atendió tan bien cuando fuimos a tomar un aperitivillo a la barra, que decidimos regresar, por lo bueno que estaba todo y por el excelente servicio que nos brindó nuestro apreciado abroncado.
Un lugar recomendable, tanto la barra como el restaurante. La barra, ineludible si estás por Salamanca, además tienes al lado Casa Vallejo y puedes hacerte un vinillo y tapa en cada lado, y tan ricamente oye.
P.D.: No conservo el ticket por lo que no puedo poner precio, pero sí recuerdo que no me pareció nada caro.