No recomiendo este restaurante.

El pasado día 5 de Diciembre estuve comiendo en este restaurate. Me llevé una gran decepción y me sentí defraudado. Te cobran 18 euros por un solomillo de ternera que tenía el tamaño de una tapa. Te cobran 18 euros por una parrillada ibérica que (pueden ustedes comprobarlo cuando quieran) no era más que cuatro minúsculos trozos de carne sobre unas cuantas patatas fritas. El servicio fue tan deficiente que nos sirvieron el postre antes del último plato. Para esconder los cuartos de baño de la vista de los comensales han puesto una especie de biombo que se volcó dos vces sobre nuetra mesa. El paso era tan estrecho que cada vez que entraba alguien al cuarto de baño casi lo dejaba caer. Ningún camarero se acercó a ponerlo otra vez en su sitio ni a pedir disculpas ni a darle alguna solución al problema. En definitiva, me sentí avergonzado ante mis invitados.