Restaurante Cúrcuma en Torrelavega
Restaurante Cúrcuma
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
39,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
42 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.0
Comida COMIDA
9.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.3
RCP CALIDAD-PRECIO
9.1
Opiniones de Cúrcuma
OPINIONES
7

Pongo este comentario para evitar confusiones a los que no son de la zona:

El restaurante Cúrcuma ya no existe como tal y ahora su local lo ocupa

https://www.verema.com/restaurantes/61824-natural-torrelavega

Y los responsables tanto de cocina como de sala del antiguo Cúrcuma, se encuentran trabajando en

https://www.verema.com/restaurantes/44262-el-redoble-puente-arce

Local pequeño, minimalista, diáfano y acogedor, situado en pleno centro de Torrelavega. Preside la entrada una bodega acristalada y las mesas son cómodas y con suficiente separación.

La cocina es de inspiración moderna, pero respetando al máximo los inmejorables productos que ofrece la tierra cántabra y otros lugares de origen. El menú que nos prepararon ex profeso para la quedada de foreros de Cantabria fue el siguiente:

Fresas ligeramente escabechadas con virutas de foie. (Original y perfectamente contrastado)
Ensalada templada de sarda y langostinos. (Magnífico producto)
Costilla de cerdo confitada con pulpo a la parrilla y espuma de patata. (Textura melosa y fabuloso contraste de sabores)
Fideuá tostada con fondo de cachón, langostinos y velo de su tinta. (Sabor y más sabor, basado en un caldo de verdad)
Merluza a la plancha con su piel tostada y salsa verde de berberechos. (Perfecto punto del pescado)
Carrilleras de ibérico estofadas de forma tradicional con un toque de canela. (Se deshacen en la boca)
Cilindro de Mousse de chocolate con bizcocho borracho de pistachos y helado de chocolate blanco. (Delicia fresca, dulce y amarga)
Tocinillo de cielo con maracuyá y espuma de limón. (Vibrante final)

Un menú de enorme calidad, sin altibajos, perfectamente orquestado tanto en el tempo como en el orden. Todos los platos con mucho sabor, respetando una destacable materia prima. Brillantísimo en este aspecto.

Pese a que aportamos nuestros propios vinos, eché un vistazo a la carta y aun siendo algo escueta me pareció bien escogida y con suficientes opciones. Precios variables, pero mirando bien encuentras algunos vinos de cierto prestigio a un precio muy ajustado. Vajilla y cristalería de nivel y servicio joven y amable, exquisito en sus formas.

El precio del menú fue de 35 euros, 40 al final incluyendo otros conceptos. Muy pocas veces he comido a este nivel en este precio. El nivel es de estrella Michelín, de hecho ya poseen un Bib Gourmand y los padres del proyecto ya ostentaron la famosa estrella en el Solar de la Puebla. Un lugar por tanto, que recomiendo fehacientemente y que me recomiendo a mí mismo, de hecho en cuanto vuelva a Cantabria será visita segura. Para mí una nueva vuelta de tuerca al concepto de RCP y una visita imprescindible. Una más en mi querida Cantabria.

Visita a este local por la celebracion de la quedada de foreros en Cantabria.
10 comensales a la mesa, cada uno portando su vino o varios.
Restaurante no demasiado grande, aunque con buena separacion entre mesas, con decoracion minimalista pero acogedor. Buena vajilla y gran dispendio de copas para el evento que se celebraba.
El menu consto de 8 platos:
Fresas ligeramente escabechadas con virutas de foie, apuesta arriesga a la vez que acertada.
Ensalada templada de sarda y langostinos, todo en su punto, bien.
Costilla de cerdo confitada con pulpo a la parrilla y espuma de patata, el plato que mas me gusto.
Fideua tostada con fondo de cachon, langostinos y velo de su tinta, buenisima.
Merluza a la plancha con su piel tostada y salsa verde de berberechos, pescado en su punto optimo.
Carrilleras de iberico estofadas de forma tradicional con un toque de canela, pura mantequilla,
Cilindro de mousse de chocolate con bizcocho borracho de pistachos y helado de chocolate blanco, delicioso y refrescante.
Tocinillo de cielo con maracuya y espuma de limon, rico.
Termino la comida con algun cafe y un par de GT.
Resumiendo, materia prima de alta calidad y mejor ejecucion, trato impecable en sala y precio insuperable.

Con motivo de la visita a unos amigos en Torrelavega, fuimos a comer a este restaurante. Esta ubicado en el centro de la poblacion, muy cerca del Ayuntamiento. Es un restaurante pequeño, ligeramente acogedor y minimalista. La atencion de su personal de sala es digna de resaltar. En inicio tomamos Vieiras en ensalada, cecina curada ahumada, calamar fresco. En segundos, lechazo, recomendado por ellos, y manitas de cerdo. Vino de acompañamiento 2oo Monges. Bien servido y en su punto. Postres pastel de chocolate y mousse de arroz con leche, acompañados por un Val de Reyes Fariña. Todo los platos con una elaboracion y presentacion muy dignas, casi perfectas. Como es habitual en este tipo de restaurantes minimalistas, las cantidades son tambien lo son, lo cual no te hacen disfrutar en la profundidad que corresponde el deleite al paladar, porque cuando te das cuenta, "ya no queda". Pero, independientemente a ello, es bastante recomendable. Cafes, infusiones naturales y licores.

Tras visitas intermedias, entre el anterior comentario y este el día 29, para señalar día de mi santo, nos acercamos la familia, como siempre para disfrutar de nuevo, en este local.

En cuanto a la definición del local, esta como en la anterior visita y por tanto no me voy a detener en su descripción.

Aperitivos compartidos entre los cuatro comensales

- Queso fresco de cabra con gel de manzana, vinagreta de vegetales y tallarines de tomate. Bocado difícil de definir su nivel, sin bajar del calificativo de exquisito.

- Ravioli de pasta fresca, centollo y sopa densa de mejillón. Muy bueno

- Laminas de bonito escabechado con cebolla roja guisada y pimientos. Muy bueno

- Fideuá tostada con guiso de calamar y langostinos. Sorpresa excelente

Como platos:

Carrilleras de cerdo ibérico estofadas de forma tradicional con un toque de canela y crema de manzana asada. Pues eso, tradicional con un punto actual que cautiva.

Merluza cocinada sobre sal de algas con vinagreta de trufa y emulsión de calabaza. Que difícil es la merluza y que fácil parece cuando lo hace alguien que sabe con mayúsculas.

Pescado de roca marcado por su piel y terminado al horno con salteado de tomate y navajas. (En este caso se tomo mero). El mar en el plato.

Pierna de conejo cocinada al vino tinto con su lomo asado en bacón y mostaza acompañado de ravioli de su asadura. A mi no me gusta el conejo, pero la persona que tomo tal plato, solo emitió elogios.

Postres.

Mousse de arroz con leche caramelizado con helado de canela y pastel fluido de chocolate con crema de vainilla y sorbete de mandarina. Solo 2 comensales llegaron a los postres.

Bodega, como siempre el Maître-Sumiller, acertó, en la elección (le dejamos que nos sorprendiese)

Abadal Chardonnay fermentado en barrica 2007. D.O. pla de valles y Dominio del bendito 6 meses de crianza. D.O. toro.

La relación calidad precio, a mi criterio más, más que muy buena. El precio es con vino incluido.

Anoche volví a visitar este restaurante de Torrelavega, sin duda el mejor que yo conozco en esa ciudad. He ido en distintas ocasiones desde su apertura, pues sabía de las excelencias de su chef y copropietario, quien dirigió durante años la cocina de otro conocido restaurante de la región, que fué reconocido con una Estrella Michelín durante su gestión. Me encontré con un local decorado de forma minimalista, predominando el beige, el negro y las formas simples: relajante y muy agradable. La carta no es muy extensa,aunque doy fé de que se renueva con frecuencia. Tienen una carta de vinos bastante curiosa, amparando denominaciones de origen que no son habituales por estos lares pero que presentan caldos muy dignos de ser tenidos en cuenta. Tras una degustación de aceite de aceituna arbequina y sal de setas, nos sirvieron un aperitivo con bocados en diferentes texturas y sabores, ralmente agradable. Optamos a continuacion por el menú degustación (siempre lo he pedido y ha sido distinto) exquisitos los bocartes marinados con tomate y aguacate, el arroz cremoso con ragût de boletus y vieira a la plancha pleno de sabor, un lomo de merluza con vinagreta de trufa magistral y carrilleras ibéricas estofadas con un punto de canela y dos salsas, jugosísimas.Una crema de arroz con caramelo y helado, y chocolates en texturas fueron los postres. Para beber tomamos un Ribera de Duero - Semele- y a los postres nos obsequiaron con un espumoso de moscatel muy agradable. Vajilla bonita y amplia, con piezas adecuadas a cada servicio. La cristalería muy cuidada, con copas para vino amplias, bonitos tanto los vasos para agua como los recipientes en los que sirven el agua mineral.
El servicio de sala muy pendiente de las mesas, ágil y discreto, y el precio más que ajustado presentando, en mi opinión, un estupenda relación calidad-precio.
En resumen,una agradabilísima velada en un restaurante que sabe arropar una cocina de primera línea con una decoración muy agradable, una vajilla y cristaleria muy cuidadas, y un personal de sala profesional y atento que cuida de todos los detalles que diferencian un restaurante común de uno al que te gustaría volver con tus amigos. Todo esto, con un precio muy discreto y en el centro de Torrelavega. Habrá que seguir pendiente de ellos; un lugar, sin duda, a visitar.

Visite este restaurante hace unos tres meses causándome muy buena impresión y en esta ocasión la impresión fue excelente, corroborando e incrementando la primera.

Buena recepción, mantelería y juguetería a tono en cuanto a nivel.

Local relativamente pequeño, con unos ocho mesas.

La carta, variada desde platos elaborados a pescados de mercado, sin olvidar incluso carne de buey.

Excelente desde Carré de cordero relleno de mollejas con espinacas, pasando por salmonetes sobre fideua sin olvidar bonito con pisto y vinagreta de tomate.

Los ocho comensales coincidimos en las excelencias de los platos solicitados.

Maitre atento a la vez que discreto, buen servicio.

Buena carta del de vinos decidiéndonos por un Leione 2005 y Reymos con los postres.

Del precio no puedo opinar, pues en esta ocasión mi tarjeta descanso, pero aprecie en carta un menú degustación completo y variado por 30 euros, por lo tanto estimo que tiene una excelente relación calidad-precio.

A Gustavo y a su equipo, les animo a seguir esta línea

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