Con algo más de chispa se desmarcaría del resto

Visité este restaurante en sus inicios y me pareció sólo correcto. Esta mediocridad, unida la oferta gastronómica del momento en Valencia, que por aquel entonces rebosaba de locales nuevos y de cierta alegría en el gastar, me hizo enterrarlo en el olvido. Ahora, después de cinco años, volvemos con una cata de la Peña La Verema.
El restaurante sigue estando en un enclave privilegiado y tiene un encanto especial, aunque el asiento corrido de las plazas adosadas a la pared no es nada cómodo, y me tocó a mí, mala suerte. Los antiguos muros, el juego con el cristal, los metales y la iluminación son muy acertados y crean un buen ambiente.
Menú cerrado por el organizador de la cata que inició con un buen jamón de Extremadura y un foie micuit al que, para mi gusto, le sobró el maíz que lo recubría, que le daba textura pero se apoderaba demasiado del sabor. Lástima porque el foie estaba muy limpio y bien hecho.
Tartar de salmón. Muy bien, y punto. Si tienes buen producto y lo respetas, el margen de error es mínimo.
Maki de atún y aguacate, aquí reconozco que entre que me tocaron la fibra de la japofilia, y que el maki no estaba nada conseguido, bajó muchos puntos el par de platos anteriores. El arroz no era el adecuado y se había quedado algo duro, por lo que no lo disfruté demasiado y dejé pasar el plato reducido a un único bocado.
Carpaccio con helado de parmesano. Sí, el plato está algo manido y lo he probado en diferentes versiones, con helados de todos los quesos, con especial predilección por ese helado de Torta del Casar al que nos tenían acostumbrados en Sangonereta, pues aún así, es un plato resultón que si está bien ejecutado, el helado es de buena calidad y se tiene algo de gracia, el conjunto no defrauda. Le falta algo de chispa, pero es un buen plato.
Continuamos con el steak tartar, bien el corte, clásico y grueso, y bien de sabor, algo falto de un punto picante, pero bastante bueno, y el pan tostado de calidad, punto del que en algunos restaurantes se olvidan y el plato se ve afectado por el dichos pan industrial.
Como plato individual tomamos un entrecot, perfecto de punto y de buena calidad.
Cerramos con un par de postres que apenas probé, el menú era generoso en raciones y no soy muy de dulce.
No vi la carta de vinos, por lo que opino en base a lo bebido y la copas, que eran de buena calidad y el servicio, que estuve pendiente de nosotros toda la noche, siempre atentos.

Tal vez a este restaurante le falte un punto de chispa, algo que le haga marcar una diferencia y te haga decantarte por él. Es un buen restaurante donde comer una cocina sin complicaciones, pero bien elaborada, salvo algún traspié que deberían subsanar. Se les ve ganas y creo que pueden conseguir ese punto extra.

  1. #1

    Emili

    A la vista, los platos tienen muy buena pinta, especialmente es steak tartar.

    Saludos.

  2. #2

    Dani C.

    en respuesta a Emili
    Ver mensaje de Emili

    Muy recomendable, ya te digo, les falta un puntito, pero bien merecen una visita. A ver si te animas y nos cuentas.

    Saludos
    Dani

  3. #3

    oscar4435

    Desde luego los platos de que numeras son de actualidad y de una pinta y por 30€ , ahora el cinquillo en la comida me dice que no es oro todo lo que reluce.

  4. #4

    Dani C.

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Pues el cinco es por eso que apunto: al foie le sobran el maíz, el maki mal, los platos algo manidos. Es un crítica constructiva que, con cuatro pinceladas, pueden subir esa nota fácilmente.

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