No me voy a enrollar mucho, ya que está todo perfectamente descrito en los comentarios de los amigos Gastiola e Isaac.
Decir que tuvimos la suerte de encontrarnos un día despejado y soleado, para poder disfrutar al máximo de las vistas que se adivinan desde los grandes ventanales del salón.
Decir también que tras las presentaciones de rigor (aunque parece que todos nos conociéramos de toda la vida)estuvimos tomando una cañas y unos blancos de solera tan típicos de la región (gustando sobremanera al amigo Gastiola) en el bar adjunto al restaurante.
Los platos rozaron todos un nivel excelente, donde por sabor sobresalieron el flan de foie, los pescados y el postre y por presentación los dos tartares, tanto el de salmón como el de solomillo, este último, preparado "in situ" delante de los comensales y que es espectáculo digno de admirar.
En el apartado de vinos es donde podemos apreciar un importante margen de mejora, si bien la carta es bastante amplia, está muy centrada en vinos tintos nacionales y todos sabemos que a este tipo de cocina le va de perlas los blancos y sobretodo los espumosos, aún así, creo que conseguimos escoger una buena selección para acompañar todos los platos.
En cuanto a su servicio, fue perfecto, correcta tª, calidad de las copas (Schott) y rellenado y cambio de las mismas.
El servicio de sala decir que también rozó un gran nivel, con un buen ritmo tanto en el cambio de los platos, como en el servicio de los mismos.
Larga sobremesa la que tuvimos, acompañada de cafés, vinos dulces, GTs y algún que otro cubata, de hecho se nos hizo de noche.
La presencia de Ignacio Solana fue la guinda del pastel, con el pudimos conversar largo y tendido y el cual me ha parecido una persona con los pies en el suelo y con las ideas muy claras.
Terminamos en el aparcamiento con el ya típico intercambio de productos típicos, vinos, quesos, etc...
Esperemos que este grupo se consolide y podamos disfrutar de mas grandes momentos como este.
Un abrazo a todos.
Cordero lechal asado y terminado frito en tempura
Presa iberica,vieira semidulce en doce horas y mini verduritas
Anchoa con helado de pimiento del piquillo
Justo enfrente del santuario.. no tiene pérdida...
Sergio, estoy con el amigo Oscar...un pco más de explicación hubiera venido de perlas. al menos de los 2-3 que más gustaron...
Yo también estoy con vosotros. Tanto oler, tanto hacer gargaritas y total.... "pa ná".
Tampoco quería enrollarme mucho con el tema vinos, pero bueno, ya que insistís...
Esta claro que el vino que mas gustó fue el Raventós i Blanc Gran Reserva de la Finca, un cava fresco y afrutado, con lo que el siguiente cava, Agustí Torelló Brut Nature Gran Reserva 06, salió peor parado, de corte mas maduro, donde las notas ahumadas predominaban.
En cuanto a los blancos, el Guitian Godello sobre lías no hizo mucha gracia, el Casona Micaela 2011 gustó bastante, los blancos de la tierruca están mejorando añada tras añada y el riesling básico de Maximin Grünhaüser 2009, no desmereció, con cierto toque dulce en boca
Los tintos fueron Taberner 2006 un convincente syrah gaditano y Cueva los Secos 2004, pensamos que la botella no estaba en óptimas condiciones o su evolución había sido muy mala.
Los dulces fueron 3, La Rebelión del Ciruelo, una rareza este dulce de mencía, que elaboran en la bodega Demencia y del que apenas se han embotellado 100 unidades, con un buen contraste entre dulzura y acidez, gustó mucho. Y luego pasamos directamente a los moscateles navarros, Ochoa y Gran Feudo de Chivite, mucho mas rico el primero, pero sin desmerecer al segundo.
En definitiva, una buena selección, bien variada para una excelente comida.
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