Si hay que destacar algo del restaurante creo que es el romanticismo que desprende. Está ubicado en el hotel del mismo nombre, edificio del S.XVI que cuida y protege la construcción original y mima los detalles en ese aspecto extraordinariamente bien. Por partes, la comida: gran calidad, presentación muy cuidada, originalidad muy aprovechada y sin perder de vista la tradición alavesa. La bebida: correcta, carta justa, para mi gusto pobre, con un servicio correcto, sin alardes, pero suficiente. El servicio: señorial y atento, propio de los hoteles que se preocupan por la profesionalidad, que a menudo se echa en falta. Entorno y confort: maravilloso. Precio: aceptable, disponen de menús para degustar lo mejor de su cocina sin pensar mucho y con precios razonables; de media unos 40 EUR sin bebida, aunque depende de las ganas del cliente.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.