Hay vida más allá

Tras la cena del dia anterior de cochinillo en Cándido y la comida del día de lechazo al horno, como si no hubiera mañana, en las bodegas de Duron, llegada la noche y la cena, decidimos hacerla compartida al centro de una bien montada mesa cuadrada para 8 y aunque algo apretados, nos permitió la mayor interrelación entre los asistentes. Buscamos más cenar de raciones compartidas que disfrutar las especialidades de la casa tales como el cochinillo con marca de orígen o el corderillo lechal asado al horno.

El local tenía el comedor del sótano cerrado ¿? cosa que nunca había visto en visitas anteriores, mientras que el resto del local estaba lleno. Mantiene un servicio en sala muy profesional, muy eficiente y experimentado.  Todo lo demás sigue igual de bien: mesas, mantel, copas, etc.. Como opción de vino nos dieron el "vino de la casa", una magnum de Pago de Carraovejas tinto de autor 2015 (ni se preguntó otras opciones) más las botellas de agua consiguientes y las cervezas previas de rigor. El servicio de vino ni se dió a catar de inicio, luego tuvo reposiciones frecuentes.

Mientras llega la comanda, un buen pan loncheado de hogaza de masa madre y un aceite Lectus de arbequina hacen compañía a los primeros tragos de ese vino tan especial. Lo encargado a cocina:

. torreznillos del alma (14 €) bien churruscados: buenas piezas en la ración pero que no cuadra con el número de comensales teniendo que hacer cálculos del máximo común divisor para no equivocar el reparto. Algo menos crujientes y con más grasa que proteina.

. mollejillas de cordero lechal (22 €) a la plancha salteadas con ajos tiernos y setas: sabrosas y jugosas, bien integrados todos los elementos. Amplia ración.

. setas de temporada (fuera de carta): varias clases, corta ración, y no encontré la anunciada amanita cesárea. Bien de plancha.

. los judiones del Real Sitio (11.50 €) con todos su acompañamiento: tan difícil de compartir por ser plato de cuchara como por la calidad de la misma que invita más a repetir que a compartir.

. ensalada mixta (9,50 €) con lechuga, pepino, granada, bonito, huevo duro y tomate de "El Cercao": cumple sin más.

. morcilla segoviana casera (9 €) solo frita: sabrosa y nada diferenciable de la de Burgos. Cumple bien.

Para los postres algunos nos decantamos por postre líquido como Verdling de Ossian (4 €) mucho menos dulce de lo esperado y otro por un muy buen gewürztraminer eisswine (11.50€) que gustó más y que lamento no recordar. Otros optaron por compartir postres al uso, siendo destacables los sabores de los helados de casi todos ellos y como conjunto, el choco negro (7 €) con núcleo de naranja y espejo de caramelo. Recomendable.

Algunos cafés e infusiones finales dieron paso a que los valientes remataran más tarde y en otros locales con unas copas en la madrugada. Comprobamos que había vida más allá de los asados al horno.

No estaba D. José María, quizás andaba recogiendo el reciente premio Nacional de Hostelería. Bien merecido.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Joan Thomas

    Guardo un gran recuerdo del cochinillo que comí en Jose Maria, una institución. Veo que ese día, como ya lo hicisteis el precedente no hubo cochinillo, pero también os lo pasasteis bien.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Sobre todo por la comida en bodega de medio día. Una pasada de cordero..
    Saludos

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