Local agradable (para quien no conoce la zona, quizá mejor ir de día para ver los bonitos paisajes del Montseny) y con salones para grupos. Cubertería correcta y copas justas. La carta de vinos no puedo opinar (no la vi, éramos un grupo grande y soy el unico aficionado al vino, ergo pedimos vino de la casa) pero el vino tinto que trajeron sin temperar, estaba inbebible. Hicimos pica-pica (bien las gambas, y la brandada de bacalao, justo los pimientos del piquillo) y un segundo. En mi caso la lubina correcta pero muy lejos del nivel por ejemplo del Moo. Los postres más ricos (biscuit con chocolate fondant). Lo encontramos por eso algo caro, 45 EUR p/p, siendo el aperitivo algo escueto.
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