Habia leido alguna cosa por Internet, pero por lo que explicas se me han quitado totalmente las ganas de descubrirlo.
Un abrazo
El restaurante tiene una buena agencia de comunicación y una legión de comentaristas, de esta manera consigue mantenerse en el candelero, tenia muchas ganas de ir posiblemente influenciado por los comentarios favorables, a fuer de ser sinceros no es uno de los restaurantes que añadiré a mi lista de favoritos.
El local situado en los bajos del hotel Rec a un paso del Arco del Triunfo y a caballo de los barrios de Sant Pere, Santa Catalina y la Ribera tiene una decoración industrial posmoderna, con una larga barra corrida en las grandes vidrieras que dan a la calle, mesas altas pensadas para grupos de 8-10 personas y mesas bajas para 2, 4 y 6 comensales.
El cliente tipo es parejas jóvenes y grupos también de gente de hasta 40-45 años por lo que yo ya quedo descartado del target del local.
El servicio es joven, profesional, cercano y atento
Fuimos recibidos a la entrada por una chica que ejerce las funciones de jefe de sala y maitre y que afortunadamente nos orientó y desaconsejó los platos inicialmente elegidos de la corta carta.
Mi elección inicial fue, tortilla de bacalao y escalopa vienesa con huevo y trufa.
La maître me puso sobre aviso y me recomendó:
-Media tortilla de bacalao, tortilla a modo de crepe, el huevo líquido en el interior y con el bacalao sin ligar con el mismo.
-Costilla de vaca, mi sorpresa fue cuando llegó a la mesa, costilla deshuesada y deshilachada hecha al horno con una salsa de no sé que, si me dicen que es rabo de toro también podía ser. Aunque buena para mí fue una decepción, no era lo que me esperaba.
Varias mesas cercanas habían pedido la escalopa que a la vista de lo que les sirvieron entiendo que me la desaconsejaran, la escalopa es para compartir, muy fina de grosor y del tamaño de una pizza, con un ritual por parte del camarero para servirla, casca un huevo lo reparte por encima de la escalopa y ralla trufa, después la corta por la mitad con un rodillo de los de cortar la pizza.
Mi mujer comió:
-Ensalada de burrata, brevas y algas, la encontró muy buena.
-Calamares frescos a la plancha con setas de cardo, también muy buenos.
De aperitivo nos sirvieron un mouse de foie.
Un muy buen pan del que repetimos.
El postre lo compartimos
-Tarta de queso, su famosa y loada tarta de queso, no está mal pero me quedo sin dudarlo con la de Direkte Boqueria.
Para beber
-Dos copas de Sensualis blanco de la D.O Penedés un cupaje de Xarel-lo, Moscatel de Alejandria y Gewüztraminer
-Dos copas de tinto Rebeldes de la D.O. Montsant a base de garnacha negra y syrah
No tomamos café, afortunadamente el camarero que por cierto era italiano nos informó de que el café no era espresso era infusionado, casi casi el café de calcetin de la posguerra
En resumen un restaurante para ver y ser visto, para gente joven y con bolsillo acomodado.
Difícilmente volveremos
Media tortilla de bacala0
Ensalada de burrata
Calamares y setas de cardo
Costilla de vaca
Tarta de queso
Habia leido alguna cosa por Internet, pero por lo que explicas se me han quitado totalmente las ganas de descubrirlo.
Un abrazo
Lo cierto es que los que ya tenemos una edad y una cierta experiencia gastronómica no necesitamos ir a sitios "para ver i ser vistos".
Un abrazo
Totalmente de acuerdo
Un abrazo
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