Otra dimensión

En un local tan pequeño como cuidado, cuatro mesas para dos personas, una para cuatro y un rincón estupendo para un grupo algo más numeroso, donde cada mesa tiene su par de sillas diferentes, y la cocina, tan cercana a la vista, ya puedes esperarte como mínimo algo original.
Cuatro personas en cocina y una en sala que explica y sirve los platos, además de el cocinero(Junior, jovencísimo) que también hace lo propio.
Además del menú del día, creí entender que tenía uno de 27, otro de treinta y tantos(que recomienda si vas por primera vez), y otro de 40 y pico.
Así pues nos dejamos llevar y optamos por el segundo, y empieza la sinfonía:
Croqueta de pollo al curry(los ingredientes en cada plato son tan extensos que habría que apuntarlos para acordarse)con un exterior crujiente y un interior líquido, estupendo comienzo, tenía algo de coco y....
Ostra valenciana presentada en un lecho de sal, ya cortada con un jugo de mango, chile, cebolla morada, en fin...impresionante, porque el jugo no se imponía al sabor de la ostra, si no que lo acompañaba; difícil melodía.
Ceviche de gamba sobre aguacate con un sinnúmero de cítricos o especias,(lulo y yuzu, uff, exquisitas, desconocidas y muy sabrosas) otra salsa/jugo extraordinario, que en este caso sí que le restaba sabor a la gamba casi cruda(quizás con otra gamba de más sabor estaría más conjuntado?..).
Caballa escabechada en jugo de tomate, otro plato que te deja boquiabierto; la caballa suavísima con aros de tomate verde encurtidos, el jugo de tomates congelados(¡), hojas de capuchina y tomate rojo tradicional con escaso sabor, lo único que quizás desafinaba.
Cangrejos ya partidos con mazorca de maíz encurtida en salsa de tomate?, un plato extraordinario(los cangrejos vivos están a la vista en la barra de la cocina antes de de ser...confeccionados), la salsa recuerda a la preparación del txangurro vasco, pero más fino, para comer con cuchara.
Luego llega la carne, cordero(de castellón)con yuca y jugo de cuellos del mismo animal creí entender, que el propio cocinero sirve a los presentes; buenísimo de sabor, y el jugo una vez más para chuparse los dedos (entendí que había sido cocinado durante 72 horas y acababa marcado a la plancha).
Hubo dos postres, uno dulce, rico y otro sólo fruta, increíble, dos tipos de mango muy picaditos, sabrosísimos, pero antes de que los comas te dan un fruto pequeño y picante(como los peta zetas) que hace que la degustación de la fruta sea una delicia.
Café colombiano, fuerte y amargo.
Para beber, un albariño, la marimorena, mejor con unos platos que con otros, una copa de tinto, pagos de quintana roble con demasiado roble, y una carta de vinos no muy extensa, pero muy original, con marcas poco conocidas y buena distribución geográfica.
El único pero es la sonoridad, nos costaba oír al camarero cuando explicaba los platos, máxime con la profusión de ingredientes y especias que tenían.
La sensación durante y tras la comida es, sorpresa tras sorpresa, que te has trasladado a otro universo, o que el cocinero es un mago.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    Jansolo

    Una propuesta realmente interesante por lo que nos cuentas. Habrá que añadirlo a la lista y ver si las siguientes cronicas apuntan en la misma direccion, aunque de momento ya van 2 de 2.
    Saludos.

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