Teniendo la posibilidad de probar este restaurante con un menú de mediodía por tan sólo 18,00 € aprovechamos la ocasión y la verdad tenemos que felicitarles.
Bonito local situado en el interior del Ivam al que se accede por una puerta contigua al mismo.
El salón es muy acogedor y tiene una buena separación entre mesas. El servicio muy profesional en todo momento y muy pendiente de todo.
Buena cubertería, cristalería y mantelería.
Tomamos el menú de Cuina Oberta.

Primero nos pusieron unos aperitivos, snacks al centro de mesa y después una cucharita de bloody Mary y un chupito de espuma y mejillones, muy buenos y con una destacable mezcla de sabores y texturas.

Destacable servicio de pan, con más de 5 propuestas diferentes y especialmente el de aceitunas negras.

Primer plato:
Huevo asado a baja temperatura y carbón de esparragos, exquisito,en su punto, mezcla de sabores, destacable elaboración.

Segundo plato:
Arroz meloso con napicol y velo de galeras, lo que más me gusto el carpaccio de galeras.

Plato Principal:
Carrillera de Buey estofada y ligeramente ahumada, se deshacia, acompañada de
puré de tubérculo y trufa, impresionante.
Como mi mujer no le gusta la carne le prepararon a ella un lomo de bacalao , todo un detalle también buenísimo .

De postre:
Nuestra versión de Tiramisú,con helado sobre una crema de amaretto.

Para acompañar los café, petit fours invitación del restaurante

Se que es un pecado en un sitio como este no tomar vino pero el estado de mi mujer y la vuelta al trabajo no lo permitia, consulté la carta, impresionante y con precios ajustados, como ejemplo Pintia por 32€, más que carta, un verdadero libro de buen vino con grandes propuestas.

También tienen carta de aguas muy interesante.
Si después de todo esto, agua y cafes incluidos la cuenta sólo sube 42 €, la sensación de
satisfacción es inigualable.

No puedo más que felicitar a los organizadores de la propuesta, pero principalmente al equipo de La Sucursal, que nos brindó un trato exquisito , una calidad excelente, unas elaboraciones sobresalientes y todo con una increible rcp.

Seguro que volveremos para disfrutar de esta propuesta acompañandolo con un buen vino

El sabado, 21 de febrero, estuve en la sucursal. No tomamos el menú degustación. Dos medias entradas individuales, que cobraron enteras. Foie con cacao, muy bueno, y fideúa con erizos de mar. Solomillo y carrilleras. Tarta de manzana (muy buena) y brownie (durisimo).Unas shiraz sudafricana y vino dulce por copas. Excelente trato del vino y gran sumiller. Lo mejor de la noche. Excelente sala y tardaron en servirnos de los entrantes a los platos principales. 215 euros la pareja.

Empezamos tomando los menus del dia de la cafetería del museo de arte moderno y acabamos probando en el restaurante oficial, el de arriba, "La Sucursal", para ver si la buena comida de abajo tambien seguía el "crescendo". El local nos gustó, aunque no había mucha gente y en ese contexto parecía un poco desangelado. El menú desgutación, muy bueno, pero sin duda lo mejor fué el trabajo de la sumiller. Nos reomendó unos vinos estupendos que decantó con maestría y simpatía. En Valencia es uno de nuestros tres favoritos (con el Torrijos y el Riff).

El pasado día 30 de enero fue mi cumpleaños y quería sorprender a mi querida esposa. Así que busque posibles restaurantes donde poder ir a cenar y disfrutar de la cena y sobretodo de su compañía.
Después de mirar bastante y preguntar a amigos y amigas, me decidí por "La Sucursal" en Valencia capital. Leí varios comentarios de este restaurante en varias páginas de internet, y encontré de todo, pero me arriesgué.
La entrada fué genial, la recepción muy buena, el local muy acogedor y agradable, el servicio estupendo, excelente, y la comida suprema.
Después de bastantes años de vida, y haber visitado muchos restaurantes de todos los niveles y precios, tanto mi mujer como yo coincidimos en que ha sido el mejor; por todos los motivos citados. El menú degustación que nos ofrecieron nos dejó satisfechos y llenos, especialmente por los sabores que se presentaban en cada plato.
En fin, muy buena opción para celebrar algo importante.
Mi enhorabuena a todo el equipo.

Hacia mucho tiempo que acudia a este restaurante. Muy buen entorno, con mesas con excelente separacion entre ellas y buen tamaño. Muy buenas cristalerias, cubetrias y vajilla.
La comida, para mi , es otra cosa. Pedimos menu degustacion y me encontré de todo. Platos excepcionales (el tartufo de foie y el prepostre de melos con menta y aloe vera) ), platos buenos (la ostra con legumbres) y la sopa de moluscos, platos normales (el apio con diferentes combinaciones con recuerdo al otoño y el rodaballo) y platos pesimos (el arroz de ciervo y el postre de panacota). EMHo no hay un criterio ni una personalidad marcada en la cocina. Es irregular y, en algunas ocasiones, bastante erratica y con falta de sabor. El arroz concretamente era sencillamente impresentable . Estaba recalentado , deslabazado y no existia por ninguna parte conjuncion en los sabores. Panes muy normalitos y de calidad media-baja. Excelente el cafe
Servicio de sala atento, amable, pero con poca profesionalidad por parte de la jefa de sala. Cuando se nos acerco a preguntar sobre la cena y escucho las criticas sobre determinados platos (al mismo tiempo que el reconocimiento de otros) , al no saber que decir , puso una excusa y desapareció.
Muy buena carta de vinos con precios contenidos y mucha variedad. Muy buen servicio de vino.
En resumen, lejos, muy lejos de lo que se supone que debe de ser una estrella michelin. De estrella tiene el servicio de vino, quizas el entorno y, como no, el precio. El resto mejor olvidar.
El precio es sin vinos

Se trata de un buen restaurante, agradable, cómodo y discreto. Buen servicio, atento y amable. Servicio del vino correcto. Probamos un menú degustación interesante con algunos platos a destacar como el arnadí de foie( interpretación de un postre clásico valenciano), y la ostra templada con alubias. El resto del menú resulta aceptable, gustoso, pero sin entusiasmar.

Primera visita a este afamado restaurante de la capital del Turia y pasa la prueba con cierta holgura. Al ser la primera visita nos decantamos por el menú degustación. Nos dejamos aconsejar con el vino y bebimos Lynus, el cual acompañaba perfectamente cada una de las etapas que conformaban el menú. Producto de calidad y elaboración muy correcta, el pan, aceite, petit fours y detalles del inicio a la altura del restaurante. Vajilla correcta y cristalería a destacar.

Para volver y probar la carta.

Como siempre un placer venir a este restaurante: magnifico servicio de vino perfectamente acopañado de una cena que tardare en olvidar: fantastico el mejillon con aire de ostra, perfecta la ostra con alubias, delicioso el arroz de longueirones...y asi un sinfin de platos...mis preferidos: el conejo con corazones de alcachofa y el postre ( panacota?mmm sublime!);para volver otra vez, sin duda referencia;gracias!

Todo ideal desde el principio al fin. Sobre todo la gran profesional Manoli. Oirla hablar de vinos y sobre todo de habanos uno se emociona. Para mí destaca el servicio sobre la comida. Todo un referente en Valencia. Muy bien.

Se da por sentado que aquí se trata el vino como en ningún otro lugar de la ciudad. Asesoramiento y servicio del mismo impecable. Igual el resto del servicio. El lugar, para mí pelín horterilla por excesivamente modernete, pero objetivamente muy bueno: permite disfrutar de la experiencia gastronómica plenamente, y eso es lo que importa. Y la comida... A ver, cómo lo explico. Menú degustación, muy notable. Altísimo nivel del primero al último. Pero... excesiva regularidad. Igual que no fallaba ningún plato ni lo más mínimo, tampoco ninguno impactaba por encima de los demás. Para mí, que busco el "riesgo" y lo raro, lo poco regular, y prefiero que me sorprendan aunque también me decepcionen, es un problema. Entiendo que para otra persona sea una virtud. No se me entienda mal: propuestas arriesgadas por parte del cocinero, pero, insisto, muy regulares, y por tanto, ninguna sobresaliente.

Por lo demás, si uno aún no ha ido, no lo puede dejar pasar. Muy recomendable.