Unas semanas antes del día de autos estuvimos comiendo en el Vermut y ojeando las cartas vimos una nueva sección de guisos caseros por encargo, tal y como se apunta en la crónica precedente de Otilio. Espardenyà, Rabo de toro, Arroz a banda completo, Buey a la borgoñesa,… ¿¿boeuf bourguignon??
- ¿Che Paco, açò es el boeuf bourguignon?
- Si, això es de la meua etapa borgonyesa, vaig estar 3 mesos allí
Tras una estancia inolvidable en París hace unos años, un servidor se trajo como recuerdos, entre otros, la ville Savoye, la ille de France, la tour Eiffel, los puentes del Sena, la Saint Chapelle, la exuberancia gastronómica del barrio de la Bastilla y, por supuesto, el Boeuf bourguignon.
Reserva con varios días de antelación por indicación de Paco, para poder buscar la carne adecuada y de paso, nos reserve alguna botella a juego. Llegados al local le pedimos unos entrantes ligeritos para no restar protagonismo al buey y nos saca unas buenas clotxinas frescas y su conocida ensaladilla rusa. Un pan destacable nos anticipa la llegada del boeuf que, según nos informan, han comenzado a preparar a las 9:30 am.
Vaya por delante que no soy un entendido en este plato, pero soy un fan incondicional desde que lo probé por primera vez. Se trata de una preparación soberbia, potente, con un sabor profundo que denota horas de cocción y tradición por los cuatro costados. Puede que no sea un plato fotogénico, pero os aseguro que merece la pena. El vino que acompañó al boeuf fue Seguret, Les Coteaux Schisteux, Cotes du Rhone 2012 un vino con cuerpo destacable que cumplió a la perfección. Según nos comentó Paco al finalizar, este guiso solamente se lo habían pedido 2 o 3 veces (*) hasta la fecha y eso que estamos ante una pequeña joya gastronómica.
Además de disfrutar de la comida, en esta ocasión nos deleitaron con un variadito musical de nuestros añorados 90’s que, probablemente estimuló nuestra creatividad hasta terminar concluyendo que este espectacular maridaje francés del buey con el vino, debería tener su propia canción. Mi propuesta es “la vie en boeuf”. Finalmente y tras hacer un verdadero esfuerzo para empujar hacia dentro los últimos bocados del boeuf, aparece un brownie con helado del que apenas pude dar cuenta. Una manzanilla cierra la comanda.
PD: Aprovecho la ocasión, para dejaros las imágenes de la visita anterior donde pudimos disfrutar de un espectacular Tataki de atún, su gazpacho marinero con la novedad de la tinta del calamar y una torrija, regados perfectamente con un Louro.
(*) Este sitio tiene algo especial que te hace sentir como en casa y en ello mucho tiene que ver el carácter de Paco. Se ha definido con diferentes calificativos del tipo, honesto, hogareño, cercano, campechano, etc…, pero una cierta reflexión sobre el asunto me lleva a una inesperada conclusión. La primera vez que acudimos a este local, fue para probar su famoso gazpacho marinero y al terminar tuvimos la suerte de poder charlar un poco con él. Me llamó especialmente la atención que, por aquel entonces y sin tenerlos incluidos en la carta, ya se ofreció a prepararnos expresamente algunos de estos guisos tradicionales cuando nosotros quisiéramos. En ocasiones posteriores, como la presente, hemos hecho uso de esta oferta gastronómica “a medida” que me parece un lujo sin precedentes que deberíamos valorar como se merece. Tanto en las ocasiones que nos ha preparado el arroz a banda completo, como ahora con el Boeuf Bourguignon, nos dijo que estos guisos caseros no son muy demandados, lo que nos produce un cierto desánimo. ¿Por qué? ¿como es posible? ¿es rentable?
Habitualmente, la relación causa-efecto suele tener este orden:
1.- Me apetece comer un determinado plato X
2.- Voy a un sitio conocido por esa preparación y lo pido
Pero en este caso el orden es:
1.- Tengo un determinado antojo X
2.- Llamo a Paco para que busque los ingredientes y se pegue la currada de prepararlo ex-profeso para mí.
Ante este hecho una pregunta viene a mi cabeza: ¿Quién ha hecho esto antes por mí?
La respuesta es reveladora: solo dos personas, mi madre y mi abuela.
Esa familiaridad arrolladora que transmite desde el primer momento, tan difícil de encontrar hoy día, probablemente sea el calificativo o la característica que mejor lo define, pero también me parece importante reivindicar el valor (al parecer algo desaprovechado) de esa cocina a medida o customizada, hasta el punto de que un determinado guiso haya podido ser expresamente concebido para ti, desde la obtención de los ingredientes hasta la aparición del plato en la mesa. Todo ello sin olvidar el hecho de que, cuando le piden algo fuera de lo normal, él parece disfrutar tanto o más que tú. Es de agradecer. Espero que podamos disfrutarlo durante muchos años más porque será una buena señal, tanto para él como para todos nosotros.
Magnífico comentario que retrata a Paco como persona y como profesional, y que en este caso, se confunden o fusionan sus cualidades en ambos aspectos. Hace algún tiempo que no voy por circunstancias, pero espero ir pronto y desde luego suscribo cada palabra de tu reseña en lo que conozco.
Cada vez en más ocasiones, cuando acudo a restaurantes en los que ya tengo cierta confianza, al acercarme la carta les comento que "paso", que me den de cenar lo que ellos consideren. Suelen ser experiencias inolvidables. Efectivamente ellos disfrutan aún más que tú. No le conozco pero ya me cae bien ese Paco. Un saludo.
Gracias. Sospecho que todavia le quedan algunos ases escondidos en la manga para sorprendernos.
Saludos.
Absolutamente cierto. Cuando en un local decides que puedes ir "a ciegas" es que han confluido una serie de factores poco habituales y, normalmente, vas a disfrute asegurado. Cuando ves la ilusion del otro, es una señal inequívoca.
Saludos.
Excepcional comentario y gran reflexión. A Paco le tengo un gran cariño y se ha pegado un pedazo de curro para llegar a donde está llegando, y aún le quedan más peldaños por subir porque talento y honestidad tiene a raudales. Raro la semana que no pasó al menos una vez, ya sea a comer, tomar un vermut, un café o simplemente a darle un abrazo.
Un aplauso amigo, reitero mi felicitación por esta entrañable crónica.
Gracias por tu comentario Javi. Paco es un tipo realmente entrañable que, si no existiera, lo deberiamos inventar. Algún día ya te contaré en petit comite, las primeras palabras que nos regaló, justo al cruzar su puerta por primera vez. Todo un presagio.
Saludos.
Si señor, muy bueno el "boeuf bourguignon". Hace bastante tiempo que no lo he comido y leyéndote me han entrado ganas de hacerlo. Me parece un restaurante con una filosofía muy interesante. Enhorabuena
Saludos
Lo probé en Francia y quedé enganchado. Al menos ahora tengo una opción cerca de casa, pero creo que tú lo tendrás bastante más fácil cuando tengás el antojo.
Saludos.
Poco que añadir, Paco y el entorno que ha creado forman un conjunto especial que has descrito muy bien. Gracias
Pues habrá que estirarle de la manga
Saludos
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