Excepcional comentario y gran reflexión. A Paco le tengo un gran cariño y se ha pegado un pedazo de curro para llegar a donde está llegando, y aún le quedan más peldaños por subir porque talento y honestidad tiene a raudales. Raro la semana que no pasó al menos una vez, ya sea a comer, tomar un vermut, un café o simplemente a darle un abrazo.
Un aplauso amigo, reitero mi felicitación por esta entrañable crónica.