Después de tres cuartos de hora peleándome con el GPS, que no había manera de que me llevara al hotel, me rendí a la evidencia, era imposible, lo intenté por arriba, por abajo, por la derecha y por la izquierda, me conozco ya Zaragoza mejor que algunos taxistas, así que comiéndome mi orgullo no me quedó más remedio que telefonear al hotel para que me lo explicaran. Y me lo explicaron, la calle donde está ubicado el hotel ahora es peatonal.
Aclarado esto ya me fue fácil llegar al parking, había pasado cuatro o cinco veces por delante.
Bien situado, a pocos metros del Tubo, es el típico hotel de ciudad recientemente reformado, dotado de habitaciones cómodas y con todo lo necesario (WIFI incluido) para pasar unos días confortablemente.
Una muy buena opción, tanto por situación, como por confort y precio para una escapada a Zaragoza.
El precio es con desayuno buffet incluido.
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