Bolonia es una ciudad complicada en cuanto a hoteles. La mayoría de las grandes cadenas hoteleras se encuentran fuera del casco histórico por lo que se hace recomendable reservar en pequeños hoteles existentes en éste. Así que después de descartar otras opciones me decidí por este ubicado en el barrio universitario.

A diez minutos de la estación de Tren (su situación en el mapa hace que tenga una buena combinación con otras ciudades.) , 5 minutos de la parada del Autobus al Aeropuerto y 500 metros(un paseito) a la Plaza Maggiore.

El hotel es un tres estrellas superior a lo habitual en Italia. Un antiguo edificio de tres plantas rehabilitado y con el color característico de la ciudad.

Al estar situado en el barrio universitario y para evitar el ambiente nocturno escogimos la doble superior que era interior.
La habitación es espaciosa con mobiliario contemporáneo y equipamiento correcto (caja fuerte, TV pantalla plana, wi-fi gratuito, aire acondicionado). El punto flaco el baño. La ducha disponía de una buena mampara pero en general le hace falta una reforma.

El desayuno (incluido en el precio) de nuevo correcto: bollería, fiambres italianos, pan sobresaliente, fruta, zumo superior a la media y café de cafetera nada de maquinitas infámes.

La recepción y atención al cliente sobresaliente. Muy amable todo el personal pero en especial tengo que dar las gracias a Lilia que hizo de Cicerone durante los 6 días de nuestra visita. Nos recomendó distintos restaurantes con ausencia de turistas y frecuentado por Boloñeses donde comimos bien. Y nos ofreció una visión de Bolonia en la que se notó su cultura y pasión por su ciudad.

El único pero es que el hotel no dispone de ascensor por lo que hay que subir las maletas por las escaleras. Inconvenientes propios de una ciudad llena de palacios y mucho arte.

La zona del hotel dispone de suficientes servicios (supermercado, restaurantes, tiendas.) y tiene ambiente por la noche donde acuden los estudiantes.

Repetiría sin duda alguna. A final 105e por noche. Los precios de los hoteles en Bolonia fluctúan mucho debido a la Feria permanente que sen encuentra allí.