¿Sabor cuartelero?
Re: ¿Sabor cuartelero?
Ver mensaje de jacomurYo lo uso siempre para las lentejas, cocer mariscos(no percebes) y para los escabechados.
Hay gente que lo usa para cocer patatas y con la casquería: Hígado encebollado, entrañas en general, especialmente manos de cerdo, pero también en arroces.
Suelo leer que lo añaden seco, yo tengo en el jardin unas plantas en macetas, conseguidas de esquejes, salgo, corto y va directo.
Aqui, en nuestra tierra hay laureles por todas las partes.
¡Ah¡ yo no hice la mili.
Saludos desde Cantabria
Re: ¿Sabor cuartelero?
Ver mensaje de Francescf¿Trauma infantil? Jejejeje... Mi madre me tuvo tres días con un plato de lentejas. Me las ofreció para comer y no las quise. Para merendar y no las quise... para cenar y no las quise... así tres días. Al final las comí como si fuese el mejor manjar del mundo. La verdad, después de tres días, imagina cómo estaban las jo***as lentejas; pues creo que me las comía que daba gusto. De hecho, cuando voy a casa de mi madre, si me pregunta qué quiero para comer, mi respuesta suele sr: "pues... unas lentejitas mismo".Me encantan.
Ahora, cuando algún cliente me comenta que su mascota no quiere comer (soy veterinario) y claro, por pena le da comida casera, mi consejo es el mismo... "rendición por hambre". NO suele fallar.
Con lo que no lo consiguieron mis padres fue con las acelgas. Uffff, no puedo. Superior a mi.
En cuanto al laurel, pues, todo lo que sea guiso lleva laurel sí o sí. Además, como muchos de los que han respondido, suelo usarlo fresco de árbol propio.
Un saludo,
Adolfo Benavente.
Re: ¿Sabor cuartelero?
Ver mensaje de jacomurYo se lo añado también al arroz durante su cocción.
Pero no me trae recuerdos de la mili, ya que sólo estuve un día, el día del reconocimiento médico para que me condecorasen como..."inútil total" (me lo tomé un poco mal)
Re: ¿Sabor cuartelero?
Ver mensaje de schivasYo también le pongo laurel a las lentejas, y no me parece en absoluto un sacrilegio. Ultimamente, hago una salsa para la pasta que "pa chuparse los dedos". Sofrío cebolla y ajo, añado morcilla y chorizo, picados y un poco picantes los dos; cuando están a medio hacer, añado tomate, bajo potencia y lo voy dejando cocinarse unos 10 min. a fuego lento. En medio de este intervalo de tiempo, un vasito de vino tinto y final. Y por supuesto, el laurel. Este resulta muy recomendable y asegura un aroma entre tanto ingrediente, como siempre, muy personal. P.D.: Yo, si puedo lo cojo de un laurel que tiene mi padre en un pequeño jardín. Saludos
Be wine, my friend. Be wine...
Re: ¿Sabor cuartelero?
Ver mensaje de schivasYa somos dos. De todas formas, las que probé en el restaurante no tienen nada que ver con las de mi madre.
Las de mi madre eran "pellejudas" y tenían un sabor bastante fuerte. Además, caían como perdigones en mi estómago.
Las del restaurante eran diminutas, blandas, con un sabor suave y, hasta diría, agradable. Entiendo que cocinadas en ensalada también se consigue que sean mucho más ligeras.
Una grata sorpresa. Mi mujer ya me ha amenazado con prepararlas en casa de forma similar. Esperaremos a ver que tal le quedan :-)
Un saludo.
Menjar per pensar, pensar per menjar.
Re: ¿Sabor cuartelero?
Ver mensaje de BenaventeA mi me pasó algo parecido con un plato de arroz con hígado... pero en mi caso sólo consiguieron que me diesen vómitos y que odiase el hígado para siempre... excepto el "foie", que me encanta.
En la mili tuve suerte: estuve muy pocos días y el cocinero era hijo de los propietarios de un restaurante de Girona. El hombre hacía lo que podía, y a veces conseguía que la comida fuese incluso buena. Menos las salchichas hervidas... ¡puaghhhh! ¡Y sin ketchup!
Eso sí, los desayunos a base de café con leche (soy alérgico al café, aunque pasaron de mi alergía olímpicamente) y una especie de brebaje que denominaban "zumo", fueron insufribles. Suerte del bocata de media mañana...
Y tranquilo Edy, yo también fui declarado inútil total, y lo llevo con mucha dignidad ;-)
Menjar per pensar, pensar per menjar.
Re: ¿Sabor cuartelero?
Ver mensaje de jacomurA mis escabeches, que por fin se hacerlos. ¡Tranquila mamá! aún te necesito.
Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.