Jacques Selosse o cuando el tamaño no importa

Ayer, en los albores de la caótica y fría noche madrileña, donde entre los taxistas en huelga y las numerosas cenas navideñas de empresa la ciudad quedó totalmente paralizada, unos pocos amigos de las burbujas conseguimos aislarnos de las inclemencias y nos enfrentamos a una cata única y difícil de repetir ya que entraban en juego los 7 vinos de Jacques Selosse, un productor de culto en Champagne.

Productor polémico y trasgresor, cuyo estilo es único, diferente y complicado, es en mi opinión el más grande entre los productores pequeños, sus 50.000 botellas son sin duda objeto de deseo en todo el mundo y por tanto sus vinos son cada vez mas cotizados y por desgracia más caros. Evaluar los vinos de Selosse es tremendamente complicado, ya que varían en cada degüelle, de tal forma que unas veces son más frescos, otras más oxidativos, otras más puros y otras más profundos y misteriosos. E incluso dentro de los mismos degüelles puede existir una variabilidad entre botellas, lo cual complica el tema mucho más. Las botellas de ayer correspondían a degüelles del 2009, así que estaban muy recientes y un poco "duras" para ser consumidas, pero aún así nos hicimos una clara idea de por donde va el estilo de este soberbio productor en estos instantes:

Brut Initial: el estilo de la casa, frutos secos, profundidad, longitud, nobleza.

VO: el Initial en Extra-Brut, con menos licor de expedición, poderoso, delineado, sin concesiones.

Exquise: semiseco, con algo más de licor de expedición, pero tremendamente equilibrado y amable.

Rosé: impresionante vino, lleno de finuras y complejidad, multidimensional.

Contraste: único varietal de Pinot Noir. Vínico, directo, salvaje. El mejor de todos, al menos ayer.

Millesimé 1999: estructurado, encantador, fino y poderoso. Un vino de ensueño.

Substance: la única manzanilla espumosa del mundo. Un vino único e inimitable.

La verdad es que fue una cata de esas que se recuerdan. Los vinos de Selosse pueden gustar o no y por desgracia se han puesto imposibles, pero desde luego que poseen el marchamo de lo auténtico y pienso que todo buen amante del champagne debe probar al menos una vez. Yo desde luego tengo un Contraste preparado para nochebuena.

La semana que viene pondré una crónica más completa en el blog, pero la cata fue tan buena que creo que merece la pena reseñarse igualmente en el foro. Y por supuesto la magnífica organización de los chicos de latintorería, que comienzan con un programa de catas de altura. Y que siga la fiesta.