Horno, querido horno...

Parece mentira que desde que nos casamos hace año y medio, mi mujer y yo, hemos estado viviendo sin horno. Sí, sí... sin horno. Gracias al gratinador del microondas por sus extenuantes esfuerzos durante todo este tiempo.
Pero se acabó. Hoy, por fin, nos han traido un horno nuevo para suplir el estropiciado que teníamos. Llevo toooda la semana relamiéndome y pensando como estrenarlo. Al final va a ser un codillo asado (previamente lo precoceré en la olla rápida) con unas patatitas. Sencillo pero sabroso. Creo que lo acompañaremos por un Liberalia Tres de Toro y luego, a los postres, Dios dirá... Pero creo que será baklawa con Ariyanas naturalmente dulce. Ayyyyssss ¡que llegue mañana yaaaaaaa!
¿Tenéis alguna otra sugerencia de maridaje para el codillo? Tengo por ahí algo de merlot que igual le va bien. Aunque creo que prefiero reservarme el merlot para unos callos a la madrileñá que mi abuela va a hacer en breve. Ya me diréis.
Un saludo,
Adolfo Benavente.