Pues todavía no han soltado los toros, porque este otoño están los bodegueros

Pues todavía no han soltado los toros, porque este otoño están los bodegueros como los mozos en San Fermín, esperando el chupinazo para salir corriendo por Estafeta arriba para llegar el primero a la plaza y vender sus excedentes al precio que sea.
Antaño, estas fiestas se llamaban Las Tabernarias, porque los bodegueros, al hacer sitio en sus lagares para recibir el nuevo mosto, prácticamente regalaban lo que les había sobrado de la anterior cosecha, y así el pueblo, entre la alegría de las cosechas y el vino a precio de agua, pues se lo pasaba como los niños en Reyes. Hoy, cuando ya no aguantan más las consecuencias de sus malas planificaciones, buscan escapatorias que revientan el mercado.
Retoma esta conversación en enero y ya verás el clareo que se ha producido, pero mientras mande la vanidad por encima del sentido común, estos ciclos seguirán repitiéndose una y otra vez. Hay muchos bodegueros que todavía no han comprendido que han de ser empresarios sensatos, no tenderos fatuos.
Un saludo.