Qué gusto da encontrar este tipo de restaurantes donde sabes que vas a disfrutar antes de entrar. Esas gambas... para comer dos docenas sin problemas. Esos garbanzos.... Y el besugo, cosa no tan sencilla de encontrar pero que bien preparado es un placer de dioses. Para colmo te bebes un blanco que no es un "bebé". :-) Un abrazote