Exquisita, potente, con cuerpo y compleja.

Y 10 meses después vamos a catar por tercera vez esta cerveza, a resolver el dilema planteado en las valoraciones anteriores, una negativa y otra positiva. Abrimos la cerveza y la dejamos atemperarse hasta alcanzar los 9°C. Servimos en copa Riedel:

VISUAL: Mantiene un precioso color marrón ambarino muy oscuro con reflejos cobrizos. Espuma en tono café con leche y de burbuja mediana (93).

OLFATIVA: En nariz encontramos notas tostadas a café, achicoria y a caramelo quemado.De nuevo aparecen aromas frutales a níspero y albaricoque y un curioso apunte herbáceo como a hoja de tabaco. Al final se perciben unos sutiles recuerdos a chocolate. Excelente nariz, compleja y de intensidad media (88).

GUSTATIVA: En boca es una delicia, de gran amplitud y muy láctea. Muestra un punto bitter muy conseguido, mostrando además recuerdos achocolatados y de  azúcar moreno. Grado alcohólico poco perceptible al igual que el carbónico. En retronasal encontramos el puntito herbáceo del cilantro así como notas a caramelo. Su peristencia de unos dos minutos. Definitivamente en la primera cata algo extraño pasó pues de nuevo me ha parecido una cerveza exquisita, potente, con cuerpo y compleja. Esta tercera cata lo confirma, dicotomía resuelta. Considero que (con permiso) es una buena imitación de las cervezas trapenses belgas, bastante conseguida. En cuanto a valoración le doy un sobresaliente en boca, se lo merece (91).

La RCP la dejaremos en muy buena, pese a costar unos 2 euros el botellín de 33 cls se trata de una magnífica cerveza.

Nos la tomamos antes de cenar con unas olivas aliñadas de aperitivo. Delicioso maridaje, notas herbáceas yendo y viniendo y el puntito amargo de la cerveza fantástico acompañando el peculiar sabor de las aceitunas. Sobresaliente cerveza, no hay duda. 

Salud-os!!