Es Fangar es una de las fincas con mayor extensión en la isla de Mallorca (1000 ha.) desde que en el año 2000 la nueva propiedad adquiriera esta histórica posesión situada entre Son Macià y Felanitx. En los últimos 15 años se han sucedido innumerables mejoras e inversiones que la han convertido en una de las fincas agrícolas más bellas y mejor cuidadas de la isla.
Desde sus inicios, el proyecto ha seguido directrices muy claras sobre el manejo y la productividad, sobre cómo recuperar el patrimonio agronómico tradicional mediterráneo mallorquín o sobre cómo desarrollar y elaborar productos de gran calidad bajo estrictos criterios ecológicos, entre otras. Sin embargo, la directriz más importante fue la idea y firme filosofía de construir el proyecto para futuras generaciones.
La tradición de la finca siempre estuvo relacionada con la producción de uva y vino, como demuestran muchos de los nombres históricos de distintas parcelas de la finca: Son Cotinel·lo, Sa Vinya Vella D’es Fangar, la vinya Des Conill…, así como el antiguo “celler” en ruinas que había cuando se adquirió la finca.
La plantación y desarrollo de la actividad vinícola actual es muy joven. Durante el invierno del 2008 se completó la plantación de las actuales 34 ha en formación y producción, que contiene variedades autóctonas, nacionales y francesas. La siguiente etapa de plantación, 2013, 2014, 2015, es de 24 ha destinadas exclusivamente a variedades de uva autóctonas, por una clara apuesta a la singularidad.
En el año 2010, se construyó la bodega provisional donde actualmente se elaboran alrededor de 60.000 botellas anuales, abarcando 1 rosado, 2 blancos y 2 tintos. Después de 4 años de trabajo en equipo del director del proyecto junto a ingenieros y arquitectos, este año se ha empezado a construir la futura bodega, unas instalaciones para la futura producción de 275.000 botellas, donde se ha primado la funcionalidad y calidad, en conceptos como la gravitación o la estabilidad para la conservación el vino y que prevé su inauguración para la vendimia del 2016.
El microclima, la holografía y los suelos de Es Fangar, hacen que esta finca sea un lugar de terruño único que ofrece la posibilidad de crear vinos singulares de perfil muy fresco y mineral, con una carga frutal y especias muy mediterráneas:
En Es Fangar se desarrolla una viticultura personalizada a cada planta, la formación del equipo humano es parte esencial para entender la filosofía sobre la que se construyen estos vinos de terruño. Comprender, observar y actuar en consecuencia sobre la vid y el cuidado de los suelos es la tónica que día a día facilita más el trabajo desarrollado por cada uno de los viticultores que miman con esmero el suelo, las cepas, la superficie foliar y el fruto como resultado final.
Una vez conseguidos estos objetivos, simplemente se trata de transformar la uva en vino con el máximo respeto y las mínimas intervenciones que puedan desviar la atención del valor más preciado, la uva. Evidentemente los conocimientos técnicos y enológicos juegan un papel esencial en este proceso, pero la filosofía en vinificación se basa en hacer vinos de viña, no vinos enológicos.
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