MAMÁ ESTÁ PREOCUPADA

Finalista I Certamen de Relatos Fundación Abbott

Sobre Enfermedad Crónica

A mi hija Lucía, la luz que ilumina este relato.

Mamá está preocupada.

Ayer creo que estaba llorando porque tenía los ojos y la nariz roja. Cuando le pregunté, se sonó la nariz como si estuviera constipada y me dijo que no, que no le pasaba nada.

Hoy no voy al cole. Mamá me lleva al médico.

A lo mejor es porque por la noche me hice otra vez pis en la cama, y eso que le pedí al niño Jesús que me ayudara a no hacérmelo porque sé que a mamá no le gusta.

Me da vergüenza. Ya tengo nueve años. No quiero que me pongan un pañal. Tengo que intentar no beber. Ayer bebí mucho por la tarde pero es que tenía mucha sed.

De camino al médico le voy a pedir a mamá que me compre un bollo, uno grande de esos de pastelería para que se ponga contenta.

Aunque tengo mucha hambre y estoy comiendo un montón, la ropa del cole de antes de verano me queda grande. Si como mucho y engordo, mamá no tendrá que mandarla a arreglar, porque sé que no le gustan los líos y dice que es un lío tenerla que meter cuando luego seguro que la tienen que sacar otra vez.

No sé que es lo que meten ni lo que sacan pero no quiero que mamá tenga líos.

Mamá trabaja mucho y cuando llega a casa, está siempre muy cansada. Yo intento que esté contenta y me porto muy bien aunque a veces me peleo con Nacho. Es que por la tarde, cuando quiero ver un DVD él quiere ver a "Espectacular Spiderman" y se pone a gritar, y entonces mamá viene enfadada al salón y pregunta que qué pasa y que si no nos callamos apaga la tele.

A mí me gusta mucho la tele, casi tanto como el fútbol, pero ayer, los niños en el parque se rieron de mí cuando al ratito de empezar a jugar, me caí porque estaba muy cansada.

Uno de ellos dijo que eso me pasaba por ser chica.

Casi me echo a llorar. Mamá estaba conmigo porque era domingo y me preguntó. Yo no quise decirle nada.

Estoy harta de ser niña.

Me gusta que mamá me lleve al médico. Normalmente me lleva papá. Hoy ha pedido permiso en el trabajo para llevarme.

A Nacho le ha dado envidia. Que se aguante. Hoy me toca a mí y no a él, tiene mucho morro por eso de ser el pequeño.

No me ha gustado el médico. Es muy serio y le ha dicho a mamá que tengo una enfermedad con un nombre muy raro, empieza por “d” y suena como “abetos”.

Mamá se ha puesto muy rara y le ha preguntado si estaba seguro. Él le ha dicho que me tienen que hacer análisis para confirmarlo, pero que está casi seguro.

Yo le dije a mamá que no me importaba que me hicieran análisis, que sé que es cuando te meten una aguja y te sacan sangre. Mamá me ha abrazado y el médico le ha dicho –¿Lo vé? La niña no le tiene miedo a las agujas.

Y yo que no, que no me dan miedo, que soy tan valiente como un niño y a veces más. Le iba a contar la vez en que Jorge y yo nos caímos en un arbusto lleno de pinchos y que Jorge no paraba de llorar y yo me aguanté aunque me dolía mucho, pero el médico no me hacía caso.

Mamá me acarició la cabeza.

Al salir del médico le dije a mamá que tenía hambre. No me contestó. Se lo volví a decir. Me dijo que esperara a que llegáramos a casa.

No sé porqué tengo tanta hambre pero me da igual, a ver si me vuelve a valer la ropa del cole para que no tengan que sacarla ni meterla.

Por la calle, mamá me cogió de la mano y me la apretó mucho. A mí me hacía daño porque lleva un anillo muy grande y me lo clavaba. Pero no me quejé porque sé que lo hacía porque me quiere mucho y soy muy valiente, más que los chicos.

© Mara Funes Rivas -  Octubre 2012