Nueva visita a uno de mis restaurantes favoritos. El cambio sustancial en carta hace que me anime a colgar el comentario por la novedad.
Recibimiento exquisito por parte de ese “tándem” que forman Fran y Vero, dos buenos profesionales que además tienen un estupendo sentido del humor y que te hacen disfrutar más aún de la cena.
Hoy queremos cenar un poco “de todo”. En vez de uno de sus maravillosos peces, preferimos darle un poco a esos entrantes tan apetecibles y dejamos que sean ellos quienes nos vayan sacando platos.
Comenzamos con una degustación de un par de aceites de mucha calidad, acompañados de un excelente pan tostado. Yo prefiero beberlo directamente de la cuchara. Ambos estupendos, no sabría decir con cual de ellos me quedaría. Mejor los dos.
Pasamos ahora a un tartar de lomo alto de atún de la Almadraba. Nos lo prepara Vero “in situ”, con una yema de huevo y un poco de soja. A mi esto me tiene “sorbido el seso”. Está espectacular. De diez, sin duda alguna.
Unas láminas de bonito sobre tomate rosa. Bonito suave. No de esos que se te hacen “bola”, de esos secos. Se deshace en boca. Calidad a raudales. No estamos en tiempo de tomates todavía pero este está como recién salido del huerto. Cojonudo.
Continuamos con un mi-cuit de pato caramelizado. Con un toque de naranja que incluso a Ioritz que no le hace demasiada gracia ese tipo de mezclas, le encanta. Le acompaña una estupenda mermelada de manzana que degusto yo solito. De nuevo calidad por los cuatro costados. Poco que decir. Maravilloso y punto.
Les toca ahora el turno a unas cojonudas yemas de espárragos de Navarra. Pero no de esas con “hilos”, no. Además están “aldentes”, con esa textura de las verduras. Sabor a espárrago, sabor natural.
Seguimos, ahora nos llega el guiso de setas. En este caso perretxikos. Muchísima calidad de nuevo. Quizás yo preferiría algún toque de más sabor. Está estupendo, fino, pero para mi gusto le añadiría un algo…. ¿Un poquito de trufa? Por ejemplo.
Dos piezas de unos hermosos y sabrosos langostinos “del Athletic”. Roji-blancos. Del sur, eso sí. De esto poco puede decirse a no ser que sin prisas y con buena cartera, me comía yo un par de docenas con una botella de blanco que me quedaba feliz y contento.
Hoy para beber nos ha preguntado si habíamos probado este vino. Pues le tenía yo ganas. No soy el mejor amigo de la Verdejo pero he leído buenas cosas de él.
José Pariente. Cuvée Especial. Cosecha 2013. Algo de fruta madura en nariz. Es un vino con una marcada acidez. Me deja un amargor final en boca que no termina de convencerme. Me ha ido gustando más a medida que pasaba el tiempo pero por su precio prefiero otras cosas. Sabemos todos que el mundo del vino es “un mundo”, nunca mejor dicho y que para gustos los colores.
Mi hijo venia con la mente puesta en ese postre de chocolate que le dejó ensimismado en nuestra visita anterior. Chocolate en texturas. Aunque no ha dejado ni el recuerdo. No le ha enamorado como en la otra ocasión. Yo le comento que es muy normal. Algo que te marcar así la primera vez, es prácticamente imposible que te vuelva a sorprender. Ponemos tan alto el listón que es improbable que consigamos superarlo. Lo dicho, ni gota queda en el plato.
A mi me recomiendan un postre nuevo. De nombre Entrelazado. Fresquísimo, nada empalagoso. Se que tiene una crema excelente, un par de “tostas” dulces que ellos mismos preparan, una base de té y unos frutos rojos. No sé muy bien como describirlo pero está riquísimo, de eso que no quepa la menor duda.
Me saca Fran una botellita de un vinito dulce de invierno. De uva verdejo. De esos vinos que se consiguen congelando pasas. Esto sí que está para beberse la botella.
Y como no puede ser de otro modo, un cortao que aquí es uno de los restaurantes donde mejor preparan el café.
¿Se puede pedir más? Creo que difícilmente.
Para ver alguna foto: http://gastiondo.blogspot.com.es/2016/06/restaurante-mugarra-bilbao-cenando-con.html