El Gran Jefe y Manu lo tuvieron claro cuando supieron que íbamos a pasar unos días por la zona: Nos vemos en Casa Viart. - dijeron sin titubeos -
Así que, tras una larga e involuntaria caminata por Palafrugell a fin de rescatar el coche del depósito municipal, pusimos rumbo a Platja d'Aro para reunirnos y pasar en un buen rato.
Una cervecita para sofocar los calores de quien llega tarde a una cita... y al tema.
Abrimos boca con un Tataki de Atún de destacada calidad y al que incluso puede que no le hiciera falta el toque de olivada y yogur que soportaba cada filetito. Continuamos con una fina y crujiente Coca sobre la que montaba el Foie, en más que generosa cantidad y que intentaba entenderse con unos higos frescos, quedando estos relegados a un segundo término por el arrojo del hígado. Bajo la coca, un lecho de cebolla caramelizada daba juego al conjunto.
La segunda parte del partido empezó con la fuerza desmedida de la Carn de Perol de altísimo sabor y acertado especiado que se acompañaba de huevo, trufa y un fino puré de patata, ahí es nada... para repetir y repetir... y volver a repetir. Acabamos con un Arroz Marinero con Gamba de Palamós cuya presentación, en molde, nunca me acaba de convencer pero lo importante es que estaba perfecto de punto habiendo calado el fondo en el grano además de llevar bastantes tropezones. Lo coronaba la gamba, Oh, la gamba!... mínimamente tratada, como se merece. Un deleite.
Un primer postre, Yogur y Albaricoque, de perfil más suave y tonos ácidos, de acuerdo a la tendencia, seguido de una Bomba Golosa a base de helado de chocolate y crujiente de galleta solo apta para dulceros empedernidos.
Bebimos agua y un equilibrado y cumplidor, Mas Candi BN D.O. Cava, servido con corrección en buenas copas.
Entendimos por qué no tuvieron dudas nuestros anfitriones en cuanto al sitio donde reunirnos. Buena cocina, local, atención y servicio solo superada, en esta ocasión, por la compañía ;-)