Pongo el mismo título que el nombre porque realmente este restaurante es zuria(blanco en euskera). Todo es blanco, mesas, manteles, sillas..... Parece que lo han tapado todo para pintar.
Hemos acudido con un bono de Letsbonus,´últimamente se va poniendo de moda, y nos hemos dado cuenta que de los aproximadamente 26 comensales, 22 íbamos con bonos.
Un par de panes diferentes en cada plato, nada especial.
De primero un par de croquetas para cada uno, en plato individual, estaban finas, muy finas, de sabor estupendo, me recordaban a las de mi amatxu.
Luego un arroz cremoso con setas y una especie de pilpil, un pelín tieso el arroz pero tenía un exquisito sabor y la ración era muy generosa.
Luego ha venido lo más impresionante de la noche, mira que ayer también tuve suerte pero la de hoy creo que la ha superado. Una chuleta al punto pero al punto exacto, perfecta, con el calentón que le pone esa costra por fuera y el interior jugoso, muy jugoso, con una salsa de setas en cuenco aparte que yo me he comido como si fuese un caldo, con cuchara. La carne estaba tan rica que no merecía mezclarla.
De postre una tostada Zuria con helado que la verdad es que estaba estupenda por sí misma, dulce, golosa pero mezclando con el helado ganaba mucho.
Un Belondrade y Lurton 2007, éste si que era de barrica, la verdad es que está rico ese vino, no es el rueda frutal que estoy acostumbrado a pedir y que quizás a mi me gusta hasta más pero me ha encantado, un pelín subido de precio 27 más iva pero por lo que he visto creo que anda por todos los lados parecido.
Un cafecito, correcto, no más y un Px 1730, este vino parece casi un brandy, nada tiene que ver con los que a mi me apasionan que son mucho más dulzones. Es pastoso, huele a alcohol, deja, más que lágrima, una llorera en la copa. Pero se deja beber, no empalaga, me ha gustado aunque éste sí que se sube a la cabeza.
Otro día más hemos disfrutado, igual es que somos de buen conformar pero cuando algo no está rico lo digo y hoy no tengo quejas.