A pesar de las profecías de todas las hadas malvadas, este espumoso singular prefiere vivir que morir : sigue su camino y envejece con gracia, como la mayoría de los vinos bien educados.
El tiempo ha cambiado su color : ahora, tira a rubio bermejo. Crepita suavemente en nuestras flaútas. En nariz, hay algo más : no sólo fragancias de durazno plano y de litchi sino también sutiles olores a flor de tilo, a cera de abeja y a limón escarchado. Despliega sabores novedosos a kiwi amarillo, a mango peruano y a tarta de ruibarbo. Siempre vivaz, muy salivante pero más rotundo de lo que había sido antes, bien equilibrado, y aún largo en boca : al final, aparecen toques de avellana y de tranquillón.
La etiqueta no tiene ninguna importancia : el champán cuesta un ojo de la cara, mientras que este cremant de Alsacia - fuente inagotable de placer - está al alcance de todos los bolsillos.
( PVP en la época : 11, 10 € )
Degüelle en diciembre de 2013 - Todo el mundo hace el elogio del Domaine Muré y de sus vinos prestigiosos, como los rieslings del Clos Saint Landelin : lástima que no sea tan conocido este crémant, elaborado con la misma meticulosidad y a la altura de la fama que tiene esta casa alsaciana casi cuatricentenaria.
Olvidad las etiquetas de lujo y mirad la pinta que tiene, en vuestras flaútas de cristal, este vino de color de sol naciente con su rosario de burbuja liliputiense. Huele a uva moscatel, a paraguayo, a flores de acacia, a pasas de Corinto pero sin extravagancias : se muestra franco, limpio y refinado en sumo grado. En boca, es un modelo de sutileza y de rigor < notas aéreas de albaricoque maduro, de compota de membrillo, de piel de pera > con mucha redondez pero con una acidez bien medida y ajustada para el conjunto que le da mucho frescor y persistencia. Combinó idealmente con vieiras de Erquy y láminas de champiñon crudo con mantequilla espumosa. Para mi gran sorpresa, supera el nivel cualitativo de la mayoría de los champanes de marca, a un precio netamente inferior.
Dégorgement en décembre 2013 - Tout le monde fait l'éloge du Domaine Muré & de ses vins prestigieux, comme les rieslings du Clos Saint Landelin : dommage que ne soit pas autant connu ce crémant, élaboré avec la même méticulosité & à la hauteur de la réputation de cette maison alsacienne presque quadricentenaire.
Oubliez les étiquettes de luxe & regardez l'allure que prend, dans vos flûtes de cristal, ce vin à la couleur de soleil levant avec son chapelet de bulles lilliputiennes. Il sent le muscat, la pêche plate, les fleurs d'acacia, les raisins de Corinthe mais sans extravagance : il est franc, pur & extrêmement raffiné. En bouche, c'est un modèle de subtilité & de rigueur < notes aériennes d'abricot mûr, de compote de coing, de peau de poire > avec beaucoup de rondeur mais avec une acidité bien mesurée & ajustée à l'ensemble qui lui donne beaucoup de fraîcheur & de la persistance. Il s'est marié idéalement avec des saint-jacques d'Erquy & des lamelles de champignon de Paris cru au beurre mousseux. A ma grande surprise, il dépasse le niveau qualitatif de la majorité des champagnes de marque, pour un prix nettement inférieur. ( PVP : 11,10 € )
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.