Víspera de fiesta, la mitad de los restaurantes del centro cerrados y la otra mitad a reventar. Cada vez entiendo menos esto.

Al final nos decidimos por este restaurante, es igual al situado en la calle Huérfanos, pero mas grande.

Pedimos varios platos para compartir al centro. Nos atendieron dos agradables señoritas, sonrientes y eficaces en su trabajo.

Crujiente de langostinos.- Langostinos pelados envueltos en un hilo de patata crujiente sobre una mermelada de tomate. 11,50 €

Morcilla de Burgos.- Cuatro trozos de buen tamaño, crujientes por fuera y tiernos por dentro. 7,50 €

Patatas a lo mendigo.- No nos gustó, creo que les llaman a lo mendigo porque son peores que a lo pobre. Patata panadera congelada que por muy buen jamón y huevos que les pongas deslucen el plato. 8,50 €

Lomo de buey.- Una buena pieza de carne, buena sin ser nada del otro mundo, acompañada de otra vez las patatas panadera congeladas. Para eso que saquen la carne sola. Como buen detalle, el plato muy caliente. 16,50 €

Una cesta de pan (2,00 €) y una botella de tinto Nodus Bobal (18,95 €). Buena temperatura del vino. Copas para tirar a la basura. Servicio consistente en descorche y servido de la primera copa.

No tomamos postre ni café, nos sobró la carne y el kilo y medio de patatas.