Cena en una mesa con seis comensales, amplia, con buen nivel de mantelería y cubiertos, un menú diseñado por la casa, dentro de un paquete con estancia y cata previa de sus vinos

Comenzamos con un aperitivo que consistía en un helado de bonito con jengibre, presentado en un cucurucho.

Y el menú en sí, consistió en:

Viera gratinada.

Merluza en salsa verde.

Lechazo asado.

Pre postre con una crema con reducción de vino, unas con rosado y otras con tinto.

Tarta de 3 chocolates y helado de vainilla.

Todo con un nivel bueno, pudiendo destacar el punto muy logrado con la merluza y con una buena salsa, en el lechazo las tajadas con costillar y la tarta de tres chocolates.

Para beber tomamos los vinos de la casa, al tener la misma bodega propia, en unas buenas copas y con cambio de las mismas:

Carredueñas rosado 2012

Carredueñas fermentado en barrica 2011

Carredueñas fermentado en barrica 2012 (sin salir aún al mercado)

Concejo 2010

Concejo 2007

El servicio agradable, siendo la propiedad en persona, quién se encargo del mismo.

Comentario:

Palacio restaurado hace no mucho tiempo (supongo que un compañero describirá la estancia en la sección de hoteles), que organiza estancias con cata, cena y habitación con desayuno. El conjunto de entorno muy agradable.

La cocina pasa bien el nivel esperado, pudiendo afirmar, que si te quedas a dormir, el optar por cenar o comer en el mismo, puede ser una opción a tener en cuenta.

No puntuare el precio al no poder discernir el mismo, ni el servicio del vino por la situación especial de la que se trataba.

Si aprecié en una cava que teniaN vinos de otras bodegas, ajenas a la suya.