Restaurante muy bien pensado

Me gusta. Muy buen concepto, bien llevado a la práctica. Cocina sencilla, pero variada y original, a muy buen precio, acompañada de una carta de vinos por copas muy interesante.

El local tiene una larga barra a la entrada y dos salones, el que continua a la barra, más animado y bullicioso, con estantes repletos de botellas de vino, y otro a un lateral, más tranquilo y más austero en términos decorativos, en el que nos sentaron. Mesas amplias y separadas.

Buen servicio. Atento y profesional. Estuvo a punto de materializarse una de mis pesadillas cuando pido vino por copas. Tener que perseguir al camarero con mirada de pocos amigos, para que tenga a bien traerme el vino cuando está la comida en la mesa. Me tensa mucho. Nos pasó con el aperitivo y el primero de los platos que pedimos, y es que si no eres capaz (por falta de personal, infraestructura, etc) de servir al momento en cuanto traes la comida (o el comensal se queda sin vino), no ofrezcas vinos por copas (o no retires la botella de la mesa, otra de mis pesadillas recurrentes). Se dieron cuenta, sin decir yo nada, se disculparon indicando que hoy el servicio iba muy apretado (el comedor estaba lleno) y corrigieron, a partir del segundo plato, al momento traían el vino, es más, nos obsequiaron con una copa de un Monastrell de Jumilla (Casa Castillo creo) cuando me quedé sin vino terminando lo último que pedimos y con 2 copas de mistela al final de la cena. Excelentes reflejos y visión comercial, que evitó que se hubiese podido quedar un poso negativo, en una cena en verdad muy agradable en un local con una propuesta muy interesante.

Pedimos todo para compartir para 2 personas (cantidades totalmente correctas):

*Como aperitivo de la casa, un canapé de boquerón marinado
VINO: Gratias Rosado (2,50 € / copa)

*Ceviche de pescado (8,80 €). Interesante y original versión (no esperar el ceviche de Astrid & Gaston) preparado con caballa.
VINO: Kientz Gewurzstraminer (3 € / copa)

*Mini-hamburguesas de sepia y langostino estilo Maine (9,40 €). 2 uds y otra interesante versión de los Maine crab cakes, que tanto disgustan al chef Ramsey en los restaurantes que visita.
VINO: Crego e Monaguillo (2,50 € / copa). Me gusto mucho este Godello (con algo de Treixadura) de Monterrei

*Piadina con aguacate, cebolla, ricotta y panceta (7,50 €). 4 generosas porciones.
VINO: Finca Viladellops Garnacha (2,50 € / copa). Excelente tinto, que fue genial con la piadina

*Tabla de quesos (12 €). Muy completa, con 5 variedades, que me acuerde Comte, manchego curado y terminando Stilton. Muy ricos.
VINO: Brezo (2,50 € / copa). Buenísima Mencia.

Quiero destacar la muy bien pensada oferta de vinos y la excelente idea de servirlos por copas. Muy buena selección con copas a 2 €, 2,50 € y 3 €. Atentos a la pizarra de la entrada, que siempre tiene interesantes sugerencias a la carta (sería muy buena idea tenerlas visibles desde las mesas). Evidentemente no hay “vinazos” y casi toda la oferta es nacional, pero está muy bien pensada, muy bien seleccionada y acompaña a la perfección una carta de picoteo tan original y diversa.

En resumen una excelente alternativa en un barrio tan en auge en lo gastronómico, a muy buen precio (menos 30 € / pax), en un ambiente agradable y bien atendidos.

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