Pequeño restaurante (al lado de la taberna de pinchos) de decoración rústica y agradable. Trato muy correcto. Carta no muy extensa, pero platos apetecibles. Buena cocina. Carta de vinos aceptable a precio correcto. Copas de servicio poco adecuadas, pequeñas. Cafe bueno. Precio correcto (unos 50 € pax).

Estuve hace un par de meses que me agencie una semana de vacaciones,fenomenal paisaje y entorno paradisiaco,las copas muy normalitas excelentes pinchos y un caracter de los camareros un pelin seco pero vale la pena ir.

Además tienen un servicio del vino bastante decentito para una barra, con copas no buenas pero si suficientes, armario bodega y un listado decente de referencias de Rioja y Ribera.

Suscribo lo expuesto anteriormente. Es un sitio que ofrece pinchos de gran calidad al igual que variedad. Excelentes gildas, por ejemplo. No estaría de más que varios hosteleros madrileños, que basan su oferta en aburridas tostas, se pasaran por allí a tomar apuntes.

Taberna y Restaurante clásicos del Valle d’Aran, es uno de los lugares fijos todo el año. La familia Urtau basa su trabajo principalmente como ellos mismos explican en el trato personal a los clientes, logrando un ambiente diferente en el que se percibe el por qué se auto definen como taberna. Lo mejor es la conocidísima barra de pinchos, auténticas delicias, os los recomendamos especialmente, y el restaurante, cocina aranesa combinada con internacional. Fuimos todos los días después de bajar de la Estación, y era el mejor reconstituyente después de todo un día de deporte.