Grata sorpresa la que me llevé en mi visita a Fagollaga. En primer lugar, me extraña que haya tan pocos comentarios en Verema sobre este restaurante (siendo el último de 2005) y en segundo lugar, el que le quitaran la estrella el pasado año me hace dudar (una vez más) de la validez de la guía Michelin. El local está decorado con mucho gusto y la separación entre mesas es más que correcta. El servicio, el mejor que he encontrado hasta el momento (junto al de Akelarre), no hay palabras para describir lo bien que nos hicieron sentir Xabier (hermano del cocinero Isaac), su tía (perdón, no sé su nombre) y la otra chica que nos atendió. En cuanto a la comida, había un menú degustación pero totalmente abierto: podías quitar o poner platos (medias raciones) o mezclar la carta más tradicional con la más novedosa, algo que yo no había visto nunca. Todos los platos que componían nuestro menú fueron de notable para arriba (vieiras confitadas con caldo de pollo, curry y patata guisada, rodaballo salvaje al horno con minestrone de apio y vainilla, tremendo…) y demostraron como el buen producto no está reñido con la creatividad…Otro aspecto a destacar y que también me sorprendió es la utilización continua por parte de Isaac Salaberria de flores y hierbas dando a los platos un aporte tanto ornamental como gustativo (es decir, no estaban sólo para hacer bonito sino que ciertamente aportaban sabor al plato). Por poner alguna pega, que no haya zona de no fumadores y quizás una carta de vinos (al menos en blancos) por debajo del nivel del restaurante.
Muchas gracias por hacernos pasar tan buen rato.