Típico restaurante de puerto pesquero, donde claramente el vino es uno más. La temperatura es tenida en cuenta, no así las copas (lamentables :) y la carta de vinos (muy escueta y poco variada) que son puntos a mejorar necesariamente. En la carta sólo se encuentran referencias de vinos (blancos predominantemente) de regiones cercanas: Jurançon, Irouléguy y algún Madiran despistado; todos ellos de precio medio(<=10€). En cuanto al menú, os voy a ser sincero entre esperandome lo peor (no hablo nada de Francés) y la verdad es que todo lo que pedimos estaba muy bien, en su punto y muy rico. Os aconsejo pedir pescados, marisco, los mejillones con salsa de queso, cebolla y vino blanco estaban muy buenos, el salmón al grill también estaban muy bien. Tampoco se puede pedir más a un menu de 16€, para mi un RCP magnífica si lo que se quiere es comer bien con algún vino sencillo.