Cocina biodinámica

Hacia un año que no habíamos estado en Barcelona y decidimos volver para disfrutar ese ambiente tan cosmopolita de la capital catalana en las fechas navideñas. Para empezar nuestro periplo barcelonés, decidimos ir a cenar el dia de nuestra llegada, el 26 de diciembre, al restaurante Nonono, restaurante de cocina biodinámica, cocina ecológica según la antroposofia de Rudolf Steiner en la que los productos agrícolas se cocinan según el calendario de Maria Thun y los animales que se consumen han sido criados con total respeto. Se trata de una cocina de mercado radical Km 0 en el que se conoce el DNI de todos los productos y en la que el microondas no tiene ninguna cabida ...
El restaurante, o mejor dicho el bistrot, se encuentra en el Eixample barcelonés, justo al lado del bar de tapas El Velodromo, en donde tomamos unos buenísimos vermouths de grifo antes de ir a nuestro destino.
El bistrot está dirigido por Marcos Acosta y al frente de los fogones está Oscar Sanchez (ex Jean Luc Figueras y Drolma). El local tiene un aire algo destartalado, estilo post-industrial, las paredes están decoradas con papeles de revistas y periódicos, las mesas y las sillas son prácticamente todas diferentes y parecen proceder de la recuperación, las distancias entre ellas son correctas, sin manteles, con salvamanteles. El servicio de sala es amable y simpático, el servicio del vino se circunscribe al descorche de la botella y a la primera cata. Las copas son correctas.

Eramos tres comensales y decidimos cenar a la carta.
De primero los tres elegimos el mismo plato

Salteado de setas Excelentes setas de temporada.

Seguimos con :

Una Hamburguesa de Amposta que mi hija encontró deliciosa,
un Bacalao al pil-pil con espárragos y otras verduras, que MC apreció en su justo valor
un Filete de ternera de los Pirineos catalanes que encontré excelente, se deshacía en la boca como si fuese mantequilla, sobre un lecho de puré de patata bañado por el jugo de la carne.

Acompañamos la cena con un excelente pan.
De postre compartimos un Flan de queso de cabra con un helado de te de roca que estaba riquísimo.
Para beber nos decantamos por una botella de tinto joven con crianza de Bodegas Parés Baltà , 100% Garnatxa Indigena 2011, DO Penedès Vino suave y elegante que acompaño perfectamente la cena. También tomamos una botella de 0,5 l de agua Solans de Cabras.

Finalizamos con 3 buenos cafés acompañados de turrones y neulas. La cuenta ascendió a 39 €/ persona. Muy buena RCP. Cocina tradicional de producto de calidad. Si estamos cerca del bistrot en una nueva visita a Barcelona a la hora de la comida o de la cena, no descartamos una nueva visita.