Un local clásico de cocina casera francesa. Enorme de tamaño y eso no impide que haya cola en la entrada aunque rápida en general.
Nada de glamour, aquí se viene a comer lo tradicional.
Mantel de papel que sirve de block de notas de la comanda y que luego es fácil sacar la cuenta sin fallos.
Pasamos un `poco de calor hasta qyue despejó de gente.
Servicio más que profesional y eficiente porque sería imposible dar de comer a tanta gente en tan poco tiempo. Copas de vino catastróficas.
Opciones de vino suficientes. Toamos Gérard Bertrand Réserve Spéciale Syrah 2014 agradable aunque con más temperatura de la deseable.
Dos o tres botellas de agua no mineral más una mineral con gas.
Cuatro para comer y compartir:
. escargots: buena ración y buen género
. foie; más básico.
. ensalada: curiosa y con salsa agradable
. gambas y
De principales.
. Andouillet: un curioso embutido tipo salchicha hecho con el estómago e intestino del cerdo (o ternera), con olor profundo no apto para todos pero que es muy propio y gustoso
. pollo al horno: nada destacable
. steak tartar: nada destacable
. chucrut alsaciano: co su ración de cerdo y un par de salchichas además del puré de patatas
Postre a compartir:
. baba u Rhum: recomendable.
. queso azul para acabar el vino que se resistía.
Un lugar a conocer y después pasear y visitar las numeras tiendas y pasajes de la zona cercana: Verdeau, Jouffroy, des panoramas...