Me recomendaron un vino de DO Cariñena con excelente RCP.
Cocina de mercado realizada con buena materia prima. Los primeros platos buenos pero el segundo (costillas de jabalí) no me ha gustado mucho. Visto la pinta de lo que comían las otras mesas la especialidad parece el entrecôte a la piedra. En otra ocasión será.
El restaurante está situado en una antigua bodega del S. XV, totalmente restaurada.
Cocina de mercado con especial relevancia de los productos típicos de la tierra (exquisitas borrajas con langostinos) y buen jamón D.O. Teruel servido an aceite de Oliva virgen.
La carta de vinos es discreta en cuanto a referencias pero variada, con un buen surtido de Somontano.
Tiene un salón privado a parte del restaurante (está enfrente en el pasaje) con capacidad para unas 25 personas, situado en lo que era la antigua bodega "LA REAL".Muy acogedor.
El precio adecuado al servicio (unos 50€ por persona incluído vino).
El vino (Enate GRAN VOS 99) servido en forma y temperatura correctas.