Buen menú

Situado en la calle paralela al paseo marítimo, a un par de minutos de la estación de RENFE. Decoración clásica. Iluminación algo justa. Ambiente algo desfasado. Separación entre mesas algo justa. Mesas bien vestidas. Sillas cómodas. Vajilla de diseño. Servicio atento y servicial, aunque algo disperso. Disponen de carta, menú con 2 platos y postre (38,5€) y menú degustación (33,-€) consistente en 8 ó 9 platos (no lo recuerdo exactamente) con 2 opciones para el penúltimo plato y un postre a elegir de entre los que te cantan. Sólo se sirve para la mesa completa y no incluye ni bebida ni café. El menú degustación está publicitado en el tablón de anuncios de la entrada, pero tuvieron que imprimírnoslo al pedírselo, ya que no nos lo dieron de entrada. Cocina bastante tradicional basada principalmente en el pescado y marisco de las lonjas cercanas. Carta de vinos (me fijé en los blancos y espumosos nada más) con no muchas referencias, bastante comerciales y a precios x2 aprox. Cristalería Riedel sencilla. Servicio consistente en descorche, prueba y primer llenado. Cambio de copas al cambiar de vino.

4 ó 5 tipos de pan para elegir y varias repeticiones sin cargo. No me acuerdo de todos los platos del menú. Recuerdo un surtido de 3 croquetas (pollo, bacalao, setas), surtido de marisco de concha (mini-mejillones, berberechos, almejas, tallarinas) al ajillo, sepionets a l'all cremat, cebollinos gratinados, 2 gambas medianas a la plancha. A elegir, un sabroso cabracho a l'all cremat o un arroz con buen sabor pero bastante escaso de "tropezones". Me da la impresión de que se equivocaron al servirlo. Pensaron que era para 2 comensales, y era para 3. De los postres, recuerdo que estaban muy buenos todos los que probé, algunos con presentaciones bastante llamativas, aunque sólo recuerdo mi crema catalana sin quemar y que me obsequiaron con un par de panellets de piñones que les habían sobrado del día de Todos Los Santos. Todo sabroso y muy bien presentado, excepto los panellets, que eran comprados y, la verdad, no estaban a la altura del resto.

Tomamos 5 botellas de agua de 1/2 l. (2,42€/ud.), una botella de Viña Esmeralda 2011 (15,95€) y otra de Blanc de Roure 2010 (15,40€) servidas a buena temperatura y con su cubitera, y un café (2,32€).

Como punto negativo, me pareció excesivo que tres de los platos tuvieran el ajo como uno de los ingredientes principales, y eso teniendo en cuenta que me encanta el ajo. Tampoco me gustó que algunos precios no incluyesen el I.V.A.

Por lo demás, un sitio fantástico para darse un capricho.

Gracias a Bernie por la recomendación :-)

  • Y para el niño, un plato de croquetas de pollo :-S

    Y para el niño, un plato de croquetas de pollo :-S

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    JaviValencia

    Lo del ajo sería motivado por el estreno en las grandes pantallas de Hotel Transilvania ;-)

  2. #2

    kopicki

    Blanc de Roure por la zona¡¡¡

  3. #3

    Francescf

    en respuesta a kopicki
    Ver mensaje de kopicki

    Recién estrenado en la carta. Quizá por eso el camarero no tenía idea de la añada que tocaba... ;-P

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