Tras un intento previo fallido, consigo mesa para ayer sabado (5 personas) Habia oido (mal informado) que era pequeño, intimista, con pocas mesas.
Nada mas lejos de la realidad. Comedor para unas 50-60 personas, con decoracion que deja algo que desear (aunque sobre gustos no hay nada escrito) e iluminacion bastante lejos de ser intimista. Afortunadamente, consta de zonas un poco apartadas del comedor central, muy concurrido y ruidoso.
Carta muy sugerente con una fusion de cocinas de lo mas apetecible. Carta de vinos (como comentado por otros anteriormente) bastante interesante tambien. Nos decidimos por un Cillar de Silos y empezamos a pedir. Primer fiasco: no tienen toro, pero chu-toro. De ahi que 2 de los platos que ibamos a pedir no cuajaban bien con esta parte menos grasienta del atun. Pedimos en total unos 6-8 platos variados para compartir, sobre las 22.30h. A las 2330h, despues de unos aperitvos de algas y unos edamames que pedimos para "ir haciendo tiempo", traen el primer plato. Una hora y media mas tarde acabamos de cenar, evidentemente quedandonos igual que al entrar, ya que la digestion la hicimos entre plato y plato. Todos y cada uno de los platos estaban sencillamente exquisitos. Mezcla de sabores y texturas espectaculares! Que lastima que fuera empañado por tan nefasto servicio.
Lo peor de todo esto no es el servicio de cocina, que dejo mucho que desear, sino la ausencia de excusas y peor aun la ausencia de disculpas por semejante retraso.
¿Quiza el tiron que tiene el restaurante le permita tener estas licencias? es su decision. Incluso supimos que solamente habian 2 personas en cocina para hacer sobre pedido todos y cada uno de los platos ¿?
Se que soy la primera nota discordante en la critica a este restaurante, que por otro lado, ofrece unos platos magnificos, pero espero que haya sido un cumulo de cirscunstancias adversas el que nos haya tocado vivir a nosotros anoche!