Algo distinto en Motril y con calidad

Restaurante que ocupa el antiguo local de Las Tinajas, en el piso de abajo hay una buena barra con mesas altas para tapeo y en la parte de arriba un comedor más formal con una decoración moderna y funcional, buena separación de mesas, resultando cómodo y creando un ambiente muy agradable. Cena para dos estando solos al principio, pero con el tiempo se fueron ocupando más mesas.

Tras este proyecto se encuentra Antonio Lorenzo, que para nosotros es el cocinero con más talento de toda esta zona, ahora en verano su hermano está en los fogones, con un resultado muy satisfactorio, ofreciendo una carta basada en ensaladas, entrantes, fritos, verduras, pescados, carnes y arroces, siempre partiendo de un buen producto y en ese toque original, buscando la fusión de sabores que Antonio imprime a sus creaciones. Cenamos a base de raciones compartidas comenzando con un aperitivo de foie a la pancha (excelente), una curiosa ensalada de pato y naranja, un variado de croquetas de morcilla, sepia en su tinta y carne (todas ellas fantásticas y en especial las de sepia), el carpaccio de la casa (de vieiras con tiras de foie micuit y soberbio), un saquito de queso de cabra para mi mujer y su excepcional bacalao gratinado (un plato de altura) para nosotros, para finalizar con unas melosas carrilleras de buey al cacao. De postre un fresquísimo sorbete de mango y vainilla y el clásico vasito de ciruelas al mascarpone, un postre que borda. Terminamos llenos pero satisfechos, raciones abundantes, bien presentadas y con una calidad y originalidad en la elaboración que no es lo habitual en la zona. Los precios de las raciones oscilan entre los 9 y los 14 euros, muy ajustados.

Carta de vinos algo corta pero cuidadosamente seleccionada, basada casi todo en producto nacional con un apartado de vinos granadinos y un repaso por varias referencias de gran nivel de las más destacadas DO’s nacionales, incluso con alguna sorpresa en generosos (Inocente, Tio Pepe en Rama) o algún espumoso de nivel (Colet-Navazos, Billecart-Salmon). Tomamos un Louro do Bolo 2010 (19 euros) que cumplió su papel aunque tampoco sorprendió. Copas de buen nivel y servicio atento y amable, en la línea de buena calidad general del local.

Como hemos comentado anteriormente, pensamos que Antonio es el cocinero más destacable de toda esta zona pero su radio de acción estaba demasiado reducido al tener su restaurante en una localidad algo apartada como Calahonda, así que abriendo este nuevo local en Motril, la población más importante de la comarca, siempre tendrá más oportunidad de dar a conocer su más que interesante propuesta culinaria, el local y su disposición desde luego que ayudan. Restaurante por tanto más que recomendable si se está por la zona y que se sale de la oferta habitual proponiendo una cocina original y satisfactoria. A seguir así.

  1. #1

    Gastiola

    Nunca he probado, quizás por no verlas en cartas, esas carrilleras al cacao. Me resulta un tanto extraña la mezcla. ¿Qué tal casan? Supongo que bien.
    Un saludo.

  2. #2

    EuSaenz

    en respuesta a Gastiola
    Ver mensaje de Gastiola

    Suele utilizarse en este tipo de guisos, claro, hablo de cacao puro, amargo. Le otorga una mayor melosidad al guiso, además de un contraste sápido muy interesante.

    Saludos,
    Eugenio.

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