He comido más de 1 y de 2 veces en este sitio, siempre de menú, saliendo siempre muy contento del mismo.

Esta vez, de noche. Mila, un servidor y dos personas más. El local dispone de dos comedores, uno interior y otro exterior, ambos rozando el lleno. Buen síntoma.

Ojeamos y decidimos irnos al menú de noche que propone el establecimiento. 25€ comensal, si no recuerdo mal.

Como entrantes se eligieron, ensalada de pulpo, otra ensalada y almejas a la marinera. Las almejas fuero mi elección, de tamaño normal, recordemos que son de menú, y la salsa bien buena. Vamos, que podías ponerte morado con la barra de pan si la ponen.

De segundos, cochinillo y rodaballo. Puedo hablaros del rodaballo, que es lo que comimos Mila y yo. Buen tamaño, bien preparado y sin mucha floritura.

Postres, Mila y un servidor dejamos esta parte sin comerlo, pero los que se pidieron tenían muy buena pinta. Eso sí, no recuerdo que era.

Bebimos calimocho y una botella de Juve Camps. Cafés acabaron la cena.

En el centro de Laredo, una opción siempre acertada.

En una noche que imagino que los madrileños o sevillanos pagarían una buena cantidad para quedársela ellos, con un aforo bastante considerable, nos hemos acercado a este restaurante del que teníamos muy buenos recuerdos.
Aunque el comedor interior es elegante y muy bien vestido, nos apetecía terraza al igual que al resto de comensales.
Buenas mesas en tamaño y en "vestimenta" y con suficiente comodidad entre ellas.
Hay un menú por 30 euros pero al final, estudiando un poco la carta, nos damos cuenta de que nos sale casi más rentable cenar lo que nos apetezca.
Un pan muy corriente, cosa a lo que nos vamos acostumbrando, sobre todo en los restaurantes consideramos menos "lujosos".
Comenzamos compartiendo una Ensalada de bogavante presentada muy bonita, con una especie de salsa rosa muy fina y piña. Como en carta había una de cangrejo y frutas pues hemos pensado que se habían confundido pues tampoco éramos capaces de pensar que lo que comíamos era realmente bogavante pero al preguntar nos han dicho que sí.
Pues así será si ellos lo dicen, no vamos a discutir.
Hemos compartido un señor Rodaballo a la parrilla un buen pez como se aprecia en la foto, partido por la mitad, de aproximadamente kilo trescientos, bien preparado, con la piel muy crujiente y con el punto ideal. Yo no soy precisamente un "maestro" limpiando peces pero la que me acompaña es una verdadera "profesional" y además disfruta como una chiquilla limpiando espinas. Qué envidia me da.
Nos hemos quedado bien servidos con semejante pececito pero algo dulce sí que apetece, aunque sea para compartir, así que preguntado se va a Roma y nos han aconsejado la Tarta de mango bonita presentación, con una cubierta de pleno sabor a mango y una base muy rica de galleta crujiente.
Para beber hemos decidido hoy tomar un José Pariente Verdejo 2012 un verdejo que me parece muy bien conseguido, con mucha fruta en nariz y la suficiente acidez que limpia bien la boca para seguir bebiendo y comiendo.
Rico cafecito y ofrecimiento de algún txupito que rechazamos puesto que algún día habrá que descansar, se supone.
En resumidas cuentas una buena opción en Laredo donde cada día es más difícil encontrar buenos locales donde disfrutar de la comida.

Es curioso, las mismas circunstancias que ayer. Terraza a rebosar, el comedor interior prácticamente lleno pero los clientes no hemos notado nada.
Una sola persona atendiendo las mesas del comedor, una persona a la que algunos llamarían extranjera. La recuerdo del año pasado.
Amable, atenta, nos ha preguntado un par de veces a ver que tal todo.
De primero hemos optado por unos rulos de queso de cabra con cebolla pochada, jamón y por supuesto esa vinagre de módena caramelizada.
Demasiada ración para empezar, estaba rico, una mezcla de sabores muy acertada.
Después una ración de almejas con una salsa que tenía un toque de tomate y un grado de "alegría" picante que me ha hecho elegir la almeja más grande y con ella a modo de cuchara, no he dejado ni una gota. Qué poco fino soy, diosssssss.
De segundos mi chica ha cenado una lubina salvaje que estaba de rechupete; yo la he probado para dar fe y rica, muy rica, nada seca, jugosa, con ese toque a ajo y unas patatas panaderas así mismo exquisitas.
Yo he pedido un solomillo con foie, al punto, carne roja, el foie estaba de untar en el pan. Salsa abundante y sabrosa que allí se ha quedado, no puedo más.
El pan un poco más bien flojo, una pieza corriente, una pena.
Para beber un albariño Martin Codax 2011. Ha salido un poco falto de temperatura pero con la cubitera lo hemos solucionado en un ratín.
Correctamente "presentado", dado a probar y en copas de tamaño considerable.
Un rico cortao, veo que vamos aprendiendo a hacer buen café en Laredo, por fin.
Una copita de Px invitación de la casa.
Hemos sido de los "tontos" como estamos en verano la gente cenaba en la calle, a 26 grados, nosotros a 22 más o menos, en mesas elegantes, con mantel chulo, un comedor acogedor, una separación de mesas correcta y una decoración moderna y muy gastronómica.
No hemos podido con postres, las raciones son muy potentes, me he quedao con las ganas de esa fondue de chocolate y fresas pero......
Es un restaurante relativamente nuevo pero si sigue por este camino le auguro un buen futuro.
Muy buena opción para elegir en Laredo que tampoco tiene demasiados sitios así.
Nueva nota al margen:
Segunda visita al Sauga Folk de Colindres, hoy hemos escuchado al grupo Felpeyu, unos asturianos. Hecha la cata, los resultados han sido:
Nariz a pura manzana, muchas botellas de sidra que hacían, no es broma, que el lugar oliera a verdadera manzana
Gusto: a buena música, a música tradicional, a gaita, a pandero, a violin, a buenas letras, a trikitrixa......
Postgusto: agridulce, si hubiese sido Bisbal el aforo hubiese sido diez veces mayor pero que quede gente que aún gusta de algo así, pues le alegra a uno el espíritu.
N´ellos poso el corazón,
N´ ellos pongo la esperanza,
la grana azul del futuro
y la flor de la acordanza