Cómo no hice caso de las recomendaciones!!!

S'ametller era una cuenta pendiente. Desde hace años, unos amigos valencianos que residen en Ibiza y que han ejercido de anfitriones en alguna que otra ocasión, me aconsejaron este establecimiento insistiendo, sobretodo, en el trato de los propietarios. La idiosincrasia de la gente con la que he viajado estos años pasados, el ansia por encontrar lugares con entornos y vistas espectaculares, las pocas ganas de planificar nada cuando se viaja a la isla... Han sido los factores que me habían impedido sentarme a la mesa en esta casa.

El sábado pasado se rompió "la maldición". Pasando unos días en la isla, hemos comido en Sa Trinxa, hemos estado todo el día en la playa bajo el sol y, al atardecer, hemos estado tomando cervezas por ahí. Llega la hora de cenar y del grupo de 4 se caen dos que no quieren salir a cenar. Los otros dos decidimos huir del ruido y cenar algo que valga la pena. Me viene a la cabeza s'ametller y llamo a las 23.30. Pido mesa para dos a las doce: ningún problema, venidos para aquí (me encanta la predisposición de los hosteleros de la isla a trabajar hasta tarde).

El local está en un barrio cercano al puerto pero alejado de toda la marabunda que allí hay. En los bajos de una finca encuentras un bonito local, funcional, acogedor, amplio... Llegamos en pleno servicio y se respira buen ambiente: alegría, tranquilidad, disfrute... Nos acomodan en el sofá mientras acaban de prepararnos la mesa (acaban de dejarla unos clientes) y nos sirven dos cañas bien fresquitas y una tapenade de aceitunas con rosquilletas. La crema está de vicio: su sabor suave, su textura... Es la mejor tarjeta de presentación de la cocina del restaurante. Comemos sin parar (son las doce pasadas). Nos pasan a la mesa y nos ofrecen dos menús. Elegimos el menú degustación por 35 € compuesto de un aperitivo, entrante, pescado, carne y postre, pudiendo elegir entre una botella de vino para las dos personas o "maridaje" con cuatro copas de vino diferentes. Lo elegimos sin pensar y optamos por tomar vinos a copas. Realmente no se trata de buscar el maridaje o armonía entre el plato y el vino. Es más dar la posibilidad de probar vinos diferentes a lo largo de la cena. Entre plato y plato se acerca Joan y nos pregunta en cada ocasión que tipo de vino nos apetece tomar con el siguiente pase: ¿Blanco, tinto? ¿Alguna DO en especial? ¿Alguna variedad?

- Aperitivo: Crema de calabacín. Sabrosa pero, tal como he comentado en valoraciones de otros restaurantes, las cremas "a temperatura ambiente" no llegar a entusiasmarme. O caliente o con un toque frío de nevera (sobretodo ahora en verano). Como seguimos con las cañas nos lo apuntan como primera copa de vino y luego no se nos cobran las susodichas cervezas.

- Ensalada de higos y queso de cabra: sencilla a más no poder: lechuga lechuga (la de toda la vida, de huerta), los higos en porciones, y el queso curado de cabra en pedacitos (no el archirecurrido cremoso "de rulo"). Rico, pero poco sorprendente. Acompañamos con un albariño que no conocía: Marieta.

- Bacalao con verduras: Así se cocina un bacalao: punto justo de sal, perfecta cocción... Servido sobre una especie de menestra. Con este plato tomamos Mara Godello.

- Medallón de ternera con salsa de boletus: Los medallones se sacan a partir del corte del entrecot: buena porción, buen sabor, buen punto... La cremita de boletus cargada de sabor. Para este plato pedimos Pittacum DO Bierzo.

- Coulant de chocolate con helado de mandarina: ambos elementos estaban riquísimos. Un postre sencillo, como todos los platos de la cena, pero bien ejecutado y pleno de sabor. Acompañamos con licores variados: Frangelico y moscatel.

Cafés y panes artesanales completaron la cuenta.

Antes de acabar cabe comentar a modo de resumen que se trata de una cocina mediterránea 100 %, sencilla pero perfectamente ejecutada. Y, sobretodo, reconocer la profesionalidad y buen trato de Joan y su pareja que hacen que TODOS Y CADA UNO DE LOS CLIENTES, más o menos conocidos, se sientan como en casa con una cercanía para nada fingida y muy lejos de hacerse empalagosa.

  1. #1

    kopicki

    Ahora nos vas a descubrir locales Ibicencos????? No paras. Como decía José Ruiz el otro día: El pu.t. amo.

  2. #2

    Antoni_Alicante

    La colonia de valencianos de mi generación que han estado trabajando en las islas en estos años es cuantiosa. Aunque yo no, ello me ha permitido descubrir la isla y haber disfrutado de ella en los últimos diez años consecutivamente. Hay que ir.

  3. #3

    Gabriel Argumosa

    Pues cuenta saldada y bien, por cierto.

  4. #4

    oscar4435

    Como se nota la marcha , cenar a las 12 , pero tu no estabas en san fermines .

  5. #5

    JoseRuiz

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Me equivoqué, en San Fermines estaban unos amigos de Toni y por otra parte también Jerónimo.

  6. #6

    JoseRuiz

    En ocasiones encontrar una oferta sencilla, pero buena no es tan fácil.

  7. #7

    Craticuli

    Entiendo mejor tu nota que la anterior de este restaurante.

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