https://www.verema.com/blog/dolce-vita/995079-tazones-paraiso-natural-gastronomico-asturias

Mi opinión es que fuera de la temporada de verano, donde quizá por exceso de visitantes merme el servicio, Tazones es un pueblo que merece la pena visitar, tanto por su ubicación como por su excelente gastronomía.

En el Rompeolas se come muy bien y el servicio es muy atento.

Tazones es un pueblito con una pequeña playa y puerto pesquero. Hay un aparcamiento a la entrada y la calle hasta el mar está ocupada a ambos lados por restaurantes de pescado y marisco dando la sensación de que hay más camareros que habitantes. Además deben sacar en verano para el resto del año, pero la materia prima es de primera calidad.
Mesa reservada (varios turnos por mesa) con mantel de papel y vasos de sidra y unas pocas y pobres copas para un vino que sirven a buena temperatura: fué Gewürztraminer de Viñas del Vero a 20€ + IVA; junto a botella de sidra y 3 de agua pequeñas. Servicio que saca bien adelante el tema con esfuerzo.

Comida para 4 al centro: 2 de tomate con aceite muy bueno (7€), chipirones de tazones (como no!) muy buenos y caros (26€), almejas marineras (24€) bien hechas y de gran tamaño con salsa para mojar la consiguiente ración de un pan aceptable, ración de bonito (22€) bien hecho en plancha y algo de aceite crudo encima. Plato estrella dos bogavantes (bugres les llaman aquí) elegidos de algo más de medio kilo cada uno a la plancha y en su punto perfecto (83.75€).
Postres: dos tartas caseras (no quedaba arroz con leche) de coco y queso muy aceptables. Sin cafés ni copas ni ofrecimiento de orujos...
Todo ello más 8% de IVA. Total 198.35€ y teniendo en cuenta los impuestos que pagarán la RPC no puede ser buena, pues lo pagado no sería muy diferente de un restaurante de una gran ciudad.

A pesar de que paisajisticamente el entorno es muy bueno, comer tapado por una sombrilla de propaganda (y menos mal porque dentro no hay aire acondicionado) no es para echar cohetes. Además los baños no pasarían una revisión de sanidad: el de hombres de agujero al centro y pies de apoyo con piernas abiertas... El de mujeres sin papel.
La sensación es de que ha sido un material perfecto incluso bien hecho en cocina, pero no una oportunidad barata en un pueblito de la costa.