Nunca había oído lo del tartar de potro, y supongo que en sus orígenes (si damos crédito a lo de los tártaros y la silla de montar) probablemente lo sería, pero mira que me gusta el tartar y creo que si me dicen que es de potro me costaría comerlo.
Y sí ya sé que soy un poco maniático.