Para repetir y recomendar

Hemos estado esta semana en este Hotelito (digo hotelito porque solo tiene cinco habitaciones), la relación calidad-precio es estupenda, las habitaciones coquetas, el entorno precioso, se respira tranquilidad. Íbamos buscando la desconexión total y la encontramos. El hostal es una maravilla, el jardín un paraíso y la comida que decir de ella. Fuimos con la idea de únicamente desayunar y al ver ese desayuno preparado con tanto detalle, decidimos hacer pensión completa, y la verdad que acertamos. Un trato maravilloso, muy atentos, muy personal, y sobre todo una mano en la cocina extraordinaria. Nos encanto todo lo que probamos pero sin duda nos quedamos con las milhojas de calabacín con queso brie, y el arroz con almejas, aunque fueron espectaculares las carrilleras de cerdo muy caseras...son muy buenos en la preparación de setas, tienen algún premio.Nos sorprendió la carta de vinos para un restaurante con 8 mesas , contamos 32 referencias entre blancos, rosados, tintos navarros y riojas. Los desayunos son caso a parte, de todo y todo casero, yogurt riquísimo y el bizcocho muy bueno, están atentos a los gustos de los que nos alojábamos en el hotel... pero sobre todo, lo principal que destacaríamos sería el trato de sus propietarios, es absolutamente cercano y, te hacen sentir como en casa. Ah, algo importante, admiten mascotas (bien educadas)